“Faltaba alguien que representara a los trabajadores informáticos”

Julián Rousselot, presidente del sindicato SUTIRA, analiza la realidad de quienes trabajan en empresas dedicadas a la tecnología  

En el año 2011 nació en la Ciudad de Buenos Aires el SUTIRA (Sindicato Único de Trabajadores Informáticos de la República Argentina) como una iniciativa para agremiar a los trabajadores del sector.

“Era una deuda, pero este proyecto ya se ha conformado como una realidad. Era una de las patas que faltaba: venían avanzando muy bien las empresas, el Gobierno se había involucrado y había dado incentivos al mundo tecnológico, pero faltaba alguien que representara bien a los trabajadores informáticos. Allí aparecimos nosotros para tomar la posta”, contó Julián Rousselot, ingeniero en Informática y actual Presidente del SUTIRA, en diálogo con “Resumiendo punto cuatro” por Radio Arinfo.

El también director de la carrera de Informática de la UADE aseguró que el sindicato apunta a proteger a todos los trabajadores informáticos: “Según el estatuto hay diferentes ramas: hay gente que viene de la parte de hardware e infraestructuras, hasta los que simplemente seleccionan los software aplicativos para instalar. Toda esa rama está definida en perfiles a nivel internacional. Nosotros englobamos a todos estos trabajadores, más allá de que en nuestro país el perfil más masivo es el ingeniero de software, es decir, el que está en la parte de desarrollo”.

“En cuanto al tema salarial, hay deudas pendientes de hace bastante tiempo y nosotros las empezamos a encuadrar dentro de convenios que hemos firmado con las distintas cámaras. Una problemática, por ejemplo, es la de las escalas salariales, que están atadas a las ‘senioritys’. En el mercado no está definido lo que es un senior, lo que es un semio-senior, etcétera. Un senior para una empresa es un junior quizá para otra. Está bastante desfasado”, planteó.

En esa línea, Rousselot amplió: “Otras problemáticas no menos importantes son el tema de la profesionalización del sector, qué roles juegan las universidades y los planes académicos, cómo podemos ayudar a que las empresas le den importancia a que el trabajador pueda finalizar sus estudios, etcétera. También hay otros temas como las guardias pasivas o activas y otros elementos sobre los cuáles venimos a poner información. La idea es regularizar el funcionamiento del sector”.

“En la Argentina que viene seguimos teniendo ventajas muy interesantes de cara al mundo. Nuestros informáticos tienen una buena cultura, son buenos profesionales, están bien capacitados y tenemos ventajas en relación al huso horario con nuestro principal cliente, que es Estados Unidos. En tema de sueldos estamos más abajo. Somos más baratos, pero la ecuación se está invirtiendo un poco”, analizó.

El SUTIRA tiene en carpeta la puesta en marcha de un plan de salud especial para informáticos en base al conocimiento que tienen sobre, por ejemplo, qué tipo de teclados o sillas hay que usar. También plantean que hay mucho por trabajar en relación a las universidades.

“La Coneau es la que certifica los planes académicos, pero hoy el perfil del egresado no es el que estaría necesitando el mercado. En las universidades privadas hay una tasa de egreso que va entre 6,5 y 7 años de carrera y, en las públicas, es de 8 a 10. El mercado necesita a los profesionales en cuatro años, entonces ahí hay un desfasaje a solucionar. Para eso tenemos un plan académico que apunta a distintos perfiles de profesionales informáticos para que, en cinco años o menos, se pueda tener un profesional como lo necesita el mercado. La industria debe tener técnicos, analistas, ingenieros, arquitectos de software, etcétera. Hay mucho para trabajar allí”, sostuvo.

Finalmente, Rousselot dijo desde los micrófonos de Radio Arinfo: “La esencia de los sindicatos, más allá de que tenemos mala prensa por errores propios y no tanto, es defender al trabajador. Mientras allá uno solo que tenga algún problema, eso nos da nuestra razón de ser”.

“Si nos ponemos a trabajar en conjunto, con una misma visión, las empresas, el Estado y el sindicato como representante de los trabajadores, y si hacemos un modelo del futuro en cuanto a tecnología de la información, estoy convencido de que podemos hacer que la Argentina sea un centro de ingeniería de software para América latina y el mundo”, concluyó.



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