Qué es la memoria y cómo funciona

El Dr. Alejandro De Lorenzi explica cómo se forman las representaciones internas que forman los recuerdos y cómo estas nos ayudan a manejarnos en la cotidianidad





Para los propios profesionales que la estudian, definir la memoria es algo difícil. De modo general, se entiende que es un “cambio en el comportamiento, a partir de una experiencia previa”.

“Todos los animales aprenden. Los sistemas nerviosos centrales, los cerebros, están construidos de tal manera que esto que llamamos memoria es una parte imprescindible de la supervivencia. El cerebro está preparado para predecir posibles futuros, cuáles son más probables que otros. Esa maquinaria que hay para predecirlos es lo que llamamos memoria. Hay acontecimientos de los que no nos acordamos nunca y otros de los que nos acordamos mucho, porque hay cosas ligadas a eso que son importantes recordar para la supervivencia”, explicó el Dr. Alejandro De Lorenzi, investigador del Conicet, a cargo del laboratorio de neurobiología de la memoria.

En esa línea, el especialista sostuvo que los procesos de memoria son complejos y planteó: “Uno construye representaciones internas del mundo exterior que se pueden volver a evocar, que son duraderas. La memoria es cómo estas representaciones internas duran en el tiempo. El sistema nervioso central (o cerebro) es plástico, por lo que las conexiones entre neuronas cambian bajo muchas circunstancias. También lo hacen cuando aprendemos cosas y así construimos esas representaciones internas”

“Algunos eventos pueden formar memorias que duran poco tiempo, que son las que llamamos de corto término, que se extienden por minutos o solo algunas horas. En este caso, la plasticidad del sistema nervioso central va a ser reversible a las pocas horas. Sin embargo, cuando neuronas empiezan a sintetizar nuevas proteínas y la sinapsis se hace más duradera en el tiempo, puede durar más tiempo. Esas memorias tienen disponibilidad de pasar a  ser de largo término”, recalcó.

El especialista contó al programa “Un punto azul pálido” en RadioSofía que en el trabajo diario en el laboratorio intenta precisar qué cosas son las que van a definir que una memoria sea de largo término y por qué algunos recuerdos van a durar siempre y otros desaparecen en minutos.

“Una de las cosas importantes es cómo es nuestro estado interno cuando uno aprende algo. Las hormonas, los neurotransmisores centrales, tienen un rol esencial en la formación de nuevas sinapsis para que las memorias duren a largo plazo. Si uno saca a estos mediadores, esto no ocurre, no se forman memorias de largo término”, señaló.

Luego, amplió: “A través de estudio en el laboratorio, comprobamos que la hormona angiotensina es clave en el sistema nervioso central para que las representaciones internas se construyan a largo término. Lo mismo sucede con la adrenalina o la dopamina. La evolución ayuda a recordar situaciones peligrosas y también placenteras, son las hormonas las que señalizan esos eventos. La señalización es importante para determinar qué memorias van a ser a largo término y cuáles no”.

“Ahora tenemos el desafío de mostrar experimentalmente que una memoria se activó, pero que no se expresó. Si uno aprende algo, tiene que haber algo nuevo, tiene que ser una novedad, algo que no se esperaba que pase. La sorpresa es fundamental para que se formen memorias a largo término, si no, los eventos no se guardan. Antes creíamos que una vez que se aprendía algo y esto duraba, ya era una memoria fija. Uno después aprendía otras cosas distintas, pero la memoria seguía siendo la misma. Muchos laboratorios mostramos que no es así: cuando uno recuerda las memorias, estas se pueden volver lábiles y se pueden cambiar o agregar contenido de la información. Eso incluye al contenido emocional”, apuntó.

Finalmente, el Dr. Lorenzi reconoció que aún la ciencia no ha podido determinar qué es el olvido: “Puede ser que representaciones internas que duraron largo término empiecen a desaparecer o que, cómo estamos aprendiendo cosas nuevas todo el tiempo, las más nuevas tengan más fuerza que las más viejas y ya no las podemos evocar”.

“Pero eso refiere solo al acceso que uno tiene la información. Sin embargo, estas memorias que parecen olvidadas, que uno no puede traer en la evocación, se activan de nuevo. Eso lo sabemos porque los podemos encontrar en recordatorios que tienen alguna novedad. Es decir, que solamente no tenemos acceso consciente”, finalizó el especialista desde los micrófonos de RadioSofía.  


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