Se aprobó la Ley Integral de Trastornos del Espectro Autista

Karina Marino, integrante de Padres Tea, cuanta de qué se trata la normativa y cómo ayudará a la detección precoz de esta condición





El pasado 19 de noviembre, la Cámara de Diputados de la Nación dio sanción definitiva al Ley Integral de Trastornos del Espectro Autista (TEA), que genera un protocolo nacional de prevención y detección de esta condición. Asimismo, hace que el tratamiento esté dentro del Plan Médico Obligatorio (PMO), algo que es fundamental para todas las familias.

“Es una norma que regula y da marco al abordaje sobre la detección y a cómo deberían ser los abordajes en general de un niño con TEA Hoy, el TEA no está muy instalado, especialmente entre los profesionales, pero sí en la población, porque es muy alta la proporción de niños que lo tienen. Es muy común que familias vayan deambulando de profesional en profesional hasta encontrar buen diagnóstico o tratamiento”, explicó Karina Marino, integrante de la organización TGD Padres TEA, en diálogo con “Curiosa tarde” por Radio Arinfo.

En ese marco, lamentó que no haya suficiente información sobre el TEA en las carreras de grado: “Medicina o Fonoaudiología tienen materias optativas, por lo que la mayor parte de los profesionales que salen de allí no escucharon nunca hablar de autismo. Hoy, uno de cada 64 nacimientos tiene posibilidades de tener algún tipo de TEA. Es muy alta la incidencia”

En Argentina no existen estadísticas sobre la población con TEA, pero esta nueva ley exige que se ponga en marcha la elaboración de registros. Actualmente, las organizaciones nacionales se rigen a partir de investigaciones internacionales con las cuales coinciden los servicios hospitalarios nacionales.

“La Ley acaba de salir, pero necesita reglamentación y puesta en marcha. La norma viene a ratificar los derechos adquiridos porque las perdonas con TEA, que hoy están dentro del sistema de protecciones de personas con discapacidad. En principio, si una familia tiene un niño o niña con TEA, debe tramitar el certificado de discapacidad para acceder a prestaciones”, precisó Marino, quien tiene un hijo que fue diagnosticado a los tres años.

Asimismo, amplió: “Este protocolo que marca la Ley aúna de qué manera abordar estos trastornos, que haya discusión seria entre los profesionales y que haya detección sistemática. Hoy, llegan a una detección quienes se acercan a un profesional que sabe del tema. La verdad es que todos los niños cerca de los dos años deberían tener una mirada diagnostica desde lo social. Las pesquisas que se hacen desde el nacimiento tienen que ver con lo físico (se pesan, se miden) pero hay una parte de interacción social que no todos los profesionales lo abordan o lo pueden ver. Es importante que se le dé una mirada social para que los niños con TEA sean detectados y abordados a tiempos”

“Un niño con autismo puede tener, en principio, un desarrollo muy parecido a niños que no lo tienen. Alrededor de los 18 meses las diferencias se van acrecentando: se nota en el contacto social que ya es más firme. El nene o nena que cuando lo llaman no responde a su nombre, que no le interesa mostrar o compartir cosas, que pierdan vocabulario o que no lo tengan, el modo en que juegan, esas son todas señales de alerta”, planteó.

En esa línea, añadió: “Autismo no se ve en la sintomatología. Hay ciertos casos de TEA que son muy sutiles, quizá el chico fue funcionando a los tumbos en la escuela, con complicaciones. Les va bien en notas, pero no saben hacer amigos. Tienen intereses muy restringidos, siempre hablan de lo mismo. Llegan al secundario sin amigos y con una depresión muy grande por la soledad. Eso puede ser Síndrome de Asperger. Son chicos que tienen lenguaje muy variado e inteligencia muy alta, pero tienen problemas sociales o conductuales”

“Para poder diagnosticarse el TEA debe haber tres patas con dificultades: la interacción social, el lenguaje y la comunicación y los intereses e imaginación”, subrayó la integrante de TGD Padres TEA desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Finalmente, Marino habló sobre la creciente preocupación en el mundo sobre el crecimiento de la población con TEA: “Hay una preocupación por los por qué y qué hacer al respecto. Son niños y niñas que aprenden de maneras diferentes, por lo que los sistemas de educación deben modificarse para que puedan aprender junto a otros chicos. Los sistemas laborales, también. Que el Papa haya convocado a una conferencia sobre este tema, es un síntoma de que esto realmente está sucediendo”.

Más información: www.tgd-padres.com.ar

 


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