Un vistazo a la noble tarea de los Payamédicos

Héctor Bruno, Presidente de la organización, cuenta las características de su tarea y explica cómo se forman para poder trabajar en los hospitales





Payamédicos es una asociación civil fundada en el año 2003. Sus integrantes trabajan para mejorar el estado de ánimo de los pacientes que están internados en hospitales y en distintos dispositivos.

“Lo que buscamos es el lado sano: todo paciente que está hospitalizado en algún momento estuvo sano”, explicó Héctor Bruno, el Presidente de la organización.

Respecto a cómo encaran su tarea en los nosocomios, contó: “No vamos con algo preparado de antemano, lo importante es lo que surja en el momento. Vamos con nuestro vestuario, es decir vestidos de payaso. Cuando ya estamos en el lugar, evaluamos qué hacer y salimos con nuestro vestuario. A la estrategia que adoptamos la llamamos abordaje escénico-terapéutico”.

“Nosotros nos formamos con la técnica del payaso teatral. Somos payasos amorosos, que no ven la falta ni agreden. Muchas veces, en los hospitales hay situaciones complicadas, pero nosotros vamos con buena onda y estamos teniendo resultados muy positivos”, precisó el payamédico, quien en su vida diaria desempeña una actividad muy alejada de la actuación, ya que es dueño de un estudio contable.

Para ser payamédico no hace falta ser médico, pero sí hay que estudiar la historia clínica de las personas que se va a visitar para saber qué padecen, cuál es su conformación familiar, dónde viven, etcétera.

“Todo eso lo manejamos para ver cómo y qué decimos. No es lo mismo entrar a ver a un paciente que tiene un tema digestivo y hablar de comida. Si tiene problemas en el esófago no vamos a inflar un globo, por ejemplo”, planteó Bruno en diálogo con “La hora positiva” por Radio Mente Libre.

Los payamédicos trabajan con neonatos y hasta en geriátricos: “El niño no conoce la muerte y juega. Con el adulto es más complicado, porque hay días en que no tiene ganas de recibir un payamédico. En esos casos, solo saludamos y ayudamos a hacer catarsis”. 

Para formarse como payamédico, el postulante debe hacer un taller de payateatralidad de tres meses de duración. Luego, cada persona elige en qué servicio hacer sus seis meses de “payantía”, que es como llaman a las pasantías. Pueden ir al Hospital del Quemado, a salas de pediatría, etcétera.

Actualmente, hay entre 2500 y 2800 payamedicos en Argentina y 60 en Chile. Los voluntarios tienen entre 18 y 70 años.

Los payamédicos trabajan en duplas o en tríos: “Trabajamos mucho con las sensaciones y con ver qué le pasa al otro o cómo se dicen las cosas. Si uno dice algo imprudente, la dupla se da cuenta y se sale de eso. Todo eso luego se habla en el ‘payabalance’”, indicó Bruno.

El presidente de la organización reveló que, de cada 10 personas que hacen el curso de payamédico, seis abandonan la tarea al llegar la hora de ir a los hospitales. “Los que quedan, lo hacen a full. Son todos voluntarios y la tarea es autogestiva”, destacó.

Cada voluntario elige su nombre de ficción. Bruno, por ejemplo, es el Doctor Alicante-Calmante. “Eso levanta las endorfinas, que son innatas. Si sonreímos, las liberamos”, sostuvo.

“Nosotros trabajamos desde el juego, lo lúdico, la música, la palabra, la mirada.  Trabajamos sobre el imaginario. Nosotros vamos fundamentalmente a producir. A los pacientes los denominamos ‘producientes’. Estamos teniendo buenos resultados como, por ejemplo, una mejor predisposición en la medicación. Todas las semanas nos esperan y uno se descubre haciendo cosas que no puede creer”, concluyó desde los micrófonos de Radio Mente Libre.

Más información:  www.payamedicos.org  // info@payamedicos.com

 

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