“La actividad coral se está reactivando”

Lo afirmó el director Leonel Policastro. Habló de su experiencia en la experiencia de Entre Rios y de cómo los coros ayudan a fortalecer los lazos sociales





Leonel Policastro tiene 35 años y hace 14 que se desempeña como director de coros. En el año 2003 ingresó como miembro de Adicora (Asociación de Directores de Coros de la República Argentina) y comenzó a conocer mucho más sobre la realidad coral del país.

“Hay mucha actividad coral en Argentina. Muchas veces no parece, pero hay coros en iglesias, instituciones o escuelas. El tema es que no hay mucha difusión. Es difícil en esta actividad tener difusión masiva, pero la realidad es que es importante la actividad coral en el país. Hay gente que viene de afuera ponderando no solamente la cantidad de actividad sino los coros buenos que hay. Tenemos cierto nivel de calidad musical que es reconocido desde afuera”, sostuvo el experto.

Actualmente, Adicora tiene entre 500 y 600 directores de coros y estudiantes de dirección asociados. En Entre Ríos, donde trabaja Policastro, existe una filial local denominada Adicoer.

“En este momento no tenemos reflejo de la realidad de los coros en la provincia porque no todos los directores están asociados. Hoy hay 21 socios que dirigen, muchas veces, más de un coro. Algunos están en hasta siete u ocho. Es decir, esa cantidad de asociados implica unos 100 coros en total en Entre Ríos. Hay mucha otra gente que no está asociada y tiene coros escolares, municipales o de las organizaciones”, precisó Policastro en diálogo con “Puerto utopía” por Radio Arinfo.

En ese sentido, consideró: “La actividad coral es muy interesante y podría serlo mucho más. De un tiempo a esta parte se ha vuelto a la actividad coral, algo que es muy importante y que hace unos años había caído. Ahora, por suerte, se está reactivando ese semillero. Un chico que cantó en un coro de una escuela es más factible que luego entre a uno de adultos. Al que no lo hizo de chico, le cuesta más por falta de costumbre y porque la actividad coral a veces tiene mala prensa”.

“La realidad es que cualquier actividad grupal es muy positiva para la formación integral de una persona. Allí se desarrollan distintas aptitudes como la solidaridad, el trabajo grupal, el esperar al otro, el compararse con sus iguales y el valorarse uno mismo. También se disfruta de estar juntos y de conocer gente nueva. Hay muchas cuestiones extra musicales que son muy importantes para la formación de una persona”, recalcó el director de coros.

Policastro, que también es docente, reside en la localidad de San José, una ciudad de 20 mil habitantes. Allí hay un coro de niños y otros dos de jóvenes. También hay otro donde conviven jóvenes y adultos, que él dirige. “La actividad coral en la zona ha crecido muchísimo en los últimos diez años. Los coros están empezando a multiplicarse”, celebró.

El coro que dirige el entrerriano está integrado por chicos de 12 y 13 años (sobre todo mujeres, los hombres ingresan recién cuando cambian la voz) hasta por gente de arriba de 50.

“La diversidad de edades es muy positiva en lo humano. Se complementan muy bien e, incluso, es más divertido y llevadero. Además, musicalmente es interesante porque la mezcla de voces jóvenes y madurez da un timbre muy bueno. Las edades tienen sus ventajas y sus desventajas. Cada uno  puede ir aprendiendo del otro: los chicos son muy frescos y espontáneos. Eso ayuda a trabajar y a hacer cosas que, si fueran todos grandes, no se harían. Al mismo tiempo, las voces jóvenes traen un timbre más fresco a lo musical”, explicó el docente.

Al ser consultado sobre cómo se trabaja en la elección de las obras a cantar, Policastor señaló que eso depende del director: “Hay coros que contratan a su director y le dicen lo que quieren cantar, por lo que él solo hace los arreglos. En otros casos, el director dice qué obras hay que hacer. En mi caso, yo  trato de buscar obras que le gusten a la gente”.

“Yo pienso en tres cosas. Primero, que la gente que esté cantando esté a gusto, porque son amateurs y no cobra, incluso, a veces pagan una cuota para estar. Es por eso que tienen que venir y disfrutar. En segundo lugar, busco que al público le guste al repertorio. Si bien es gratificante el ensayo, a veces más que el concierto, está bueno mostrar lo que uno hace. Si eso no le gusta a la gente, esta no va a venir. Finalmente, la obra me tiene que gustar a mí, tengo que estar convencido de lo que estoy haciendo para transmitir la musicalidad de la obra. A la gente la tiene que movilizar lo que elijo”, subrayó.

En esa línea, agregó: “También pienso en que el coro pueda cantar el repertorio. Que se pueda encontrar un arreglo adaptado a las posibilidades musicales del coro. No todos son iguales: algunos tiene menos gente, faltan varones, hay falencias en cuerdas, etcétera”.

“Busco hacer un repertorio variado. Poner un poco de cosa y, además, incluir obras musicalmente ricas, aunque la gente no las conozca. Por lo general, la experiencia me dice que al principio la gente la rechaza y que luego de cantarla le empieza a gustar. Es algo que va en suerte. Lo importante siempre es que la gente del coro la pase bien y que los que nos vienen a ver, también”, destacó desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Finalmente, Policastro hizo referencia a los valores sociales que encarnan los coros: “En general, en los coros siempre hubo diversidad social. Eso es muy enriquecedor y positivo. En el coro se borran los distintos estratos sociales.  Es algo que inevitablemente existe en la sociedad, pero en el coro hay otra forma de relacionarse y de conocer gente con la que, de otra manera, no se entraría en contacto. Es algo que está muy bueno”.

Más información: coralriouruguay@gmail.com // www.coralriouruguay.com.ar  


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