Una obra para adultos se integra con la magia de los títeres

La pieza “Desalojo, recuerdo sin foto” aborda la dura temática del desarraigo desde un particular enfoque





Todos los viernes de septiembre y octubre, la obra “Desalojo, recuerdo sin foto” levanta el telón en el teatro Pan y Arte (Boedo 876, CABA). Se trata de una pieza dedicada al público adulto que no solo presenta actores en escena, sino que complementa su labor con la incorporación de títeres que juegan a ser sus ‘clones’, en formato pequeño.

“La obra surge de la escritura de dos integrantes de la compañía teatral El Nudo. Ellos compartieron cierto material escrito con una misma idea y un mismo perfume. Son dos imágenes, ambas con la idea del desarraigo y el abandono forzado que sufre este grupo de personas que se ven en escena”, contó Julieta Alessi, encargada de la interpretación, el diseño y la realización de títeres.

La integrante del grupo teatral contó que la idea de los escritores surge de dos casos reales: “Uno es el que ocurrió en la localidad de Federación en Entre Ríos.  Se inundó la ciudad para la construcción de una represa y los ciudadanos fueron trasladados a un espacio nuevo.  En Epecuén, Buenos Aires, también se produjo una inundación y las personas se vieron forzadas a dejar su espacio”.

“El espacio, los objetos, los títeres y la elección estética de la obra surgen de lo que pasó en Epecuén. Allí, una vez que se retiró el agua, la vegetación, los árboles y las calles quedaron en tonos blancos, por la gran concentración de sal de la misma. Por eso, la escenografía es en ese color”, precisó.

Los actores comparten escenario con títeres que son como ellos, pero en pequeño. Son títeres de manipulación directa, es decir que, a diferencia de las marionetas, no usan varillas ni hilos. Miden aproximadamente 40 centímetros de alto y el titiritero debe tomar al títere desde su cabeza, bracitos o pies.

“Hay como una magia: todos nos están viendo a los intérpretes pero, por momentos, desaparecemos. En esta obra, además de manipular los títeres actuamos y tenemos vestuario, pero aún así por momentos no nos ven”, aseguró Alessi en diálogo con “Bragatíssimo” por Radio Arinfo.

En “Desalojo, recuerdo sin foto”, los objetos y las personas se desdoblan en los títeres. Eso requirió de un trabajo muy minucioso: “Como se trataba de replicar la cara de los actores, eso llevó un tiempo de modelado para buscar la imagen. La idea era que se vieran bien los ojos y los gestos, tratando de captar la impronta de la persona”.

“Los títeres son de cartapesta, de papel, y se les hace un proceso de alisado para que den la sensación de la piel. Tienen la cabeza rígida, hueca y están vestidos con ropas realistas. Llevó tiempo hacer los saquitos, los pulóveres, las camisitas con los botones”, señaló la diseñadora.

Esta no es la única obra de títeres que el grupo tiene en cartel. Recientemente reestrenaron “Hay que esconder al elefante”, una pieza infantil, en el Centro Cultural de la Cooperación. Se puede ver los sábados y domingos a las 16.

“Anteriormente, hemos usado títeres de guante o de boca, que son de tamaño más grande y uno introduce su mano adentro para mover una boca enorme. También hemos utilizado retablo”, recordó Alessi.

Y, finalmente, destacó desde los micrófonos de Radio Arinfo: “Es muy bella y maravillosa la construcción del títere. Saber que uno va a manejar a ese títere lo hace parte de uno”.



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