Una novedosa molécula podría ayudar a curar enfermedades

Se trata de los aptámeros. Científicos argentinos estudian su comportamiento con el fin de conocer si pueden ayudar a la medicina





Guido Rozenblum es un investigador en la Universidad Maimónides de Argentina, que en la actualidad, dedica su tiempo al estudio de una novedosa molécula, denominada aptámero.

“Son moléculas nucleotídicas. Es decir, es el mismo componente que es parte del genoma celular, el que contiene la enfermedad genética. La novedad en este caso, es que pueden tener una conformación en el espacio y comportarse de otra manera a como lo conocemos hasta ahora”, contó.

El especialista en biología molecular precisó que los aptámeros pueden interactuar con otras moléculas, modificando o derivando el curso normal de la función de estas otras que están alrededor de ella dentro de una célula.

“La idea de nuestro laboratorio es explotar esa capacidad de los aptámeros para modificar el curso de algún tipo de patología o la actividad de ciertas moléculas dentro de las células, para prevenir enfermedades”, destacó en diálogo con “Comunicante de hoy” por Radio Arinfo.

Rozenblum explicó que se trata de una investigación de ciencia aplicada, cuyo fin es obtener resultados que puedan ser transferibles a la sociedad para generar algún tipo de beneficio.

El profesional suele participar de Congresos en el exterior para conocer y ponerse al día sobre cómo están avanzando en la temática sus colegas de otros países. También lo hace con el objetivo de pautar nuevos lineamientos en el laboratorio y para saber si se encuentra en el camino correcto o no. Al mismo tiempo, en estos encuentros se busca informar sobre los propios resultados con esta tecnología.

“Hace poco obtuvimos un aptámero muy novedoso, que es capaz de unirse a una proteína que se encuentra principalmente en el sistema nervioso del cerebro, que es la mielina básica. En estos Congresos en el exterior mostramos la actividad del aptámero sobre la proteína y cómo podían distinguirse filamentos neuronales usándolo. Entonces, podría utilizarse, por ejemplo, como medio de marcación alternativo a los que existen hoy en día. Esto tiene ciertos beneficios que los productos que hoy se consiguen comercialmente, no”, planteó.

Desde el equipo de trabajo ya han presentado la patente de este aptámero en el INT y el objetivo próximo es patentarlo en otros países, como la Unión Europa y Estados Unidos, que serían los principales grandes mercados consumidores de este tipo de productos. “Es económicamente costoso, pero tenemos el apoyo de la universidad y del estado”, afirmó Rozenblum.

Y, en relación a la posibilidad de conseguir apoyo económico privado, consideró: “Debe ser en el marco de una cultura de negocios acorde a la ciencia. No es imposible, pero cuando la carga recae sobre el investigador, se vuelve difícil. El investigador no solo debe hacer la parte científica y de descubrimiento, sino que también debe cargarse la mochila de los negocios. Eso dificulta la tarea. No es imposible, pero es bastante difícil”.

Finalmente, contó desde los micrófonos de Radio Arinfo cómo nació su pasión por la biología molecular: “Surge de mi fascinación por conocer un mundo escondido. Me pareció increíble lo molecular, lo celular, lo pequeño. Es algo que tiene tantas funciones y tanta mecánica descriptible y predecible, que me fascinó”.

Escuchá "Comunicante de hoy" los viernes de 10 a 11 hs. por www.arinfo.com.ar 

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