El Fondo de Cultura Económica celebra sus 80 años

La reconocida editorial celebra un nuevo aniversario con diversos eventos. Su relevante aporte a la literatura mundial

Hoy, 3 de septiembre, el Fondo de Cultura Económica cumple 80 años de su fundación en México. El año próximo, celebrará el aniversario número 70 de su filial en Argentina, que fue la primera en crearse en el año 1945.

En la actualidad, el Fondo cuenta con nueve filiales en diversos países y pronto se abrirá una nueva en Ecuador.

“Las celebraciones por los 80 años, que no son pocos, comenzaron el 1º de enero con eventos en todos los países donde el Fondo tiene casa. En Argentina, aprovechamos la Feria del Libro, que es el momento más alto en cuanto a difusión del libro y sus actividades en el país. Hicimos mesas redondas durante las jornadas profesionales y, además, hubo una muestra del catálogo histórico del Fondo en la Biblioteca Nacional”, repasó Alejandro Archain, Gerente de la filial Argentina.

El Director General del Fondo, el mexicano José Carreño Carlón, vino a Buenos Aires el pasado mes de abril y participó de varias mesas redondas. También brindó charlas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y en la Biblioteca Nacional.

“Este año también estamos realizando celebraciones por los 100 años del natalicio de tres grandes escritores mexicanos: Octavio Paz, Efraín Huerta y José Revuelta. Hicimos celebraciones por cada uno de ellos”, contó Archain al programa “Radioterapia” en Radio Arinfo.

El Fondo nació como una necesidad de la escuela de Economía pero, con los años, se amplió a todas las ramas del saber. Hoy el catálogo incluye libros de literatura, economía, política, sociología, psicología y otras áreas.

“La filial argentina siempre se caracterizó por ser editora. Tiene un programa de publicaciones que tiene 30 novedades al año y unas 40 reimpresiones de libros agotados. También hacemos traducciones de libros publicados en el exterior y una parte de autores argentinos. Esto nutre el catálogo general del Fondo”, recalcó el Gerente de la filial.

En ese marco, precisó: “Tenemos la obra de Aldo Ferrer, el reconocido economista argentino que sigue produciendo. Sus obras se han vendido muchísimo, como “Historia de la economía argentina” o “Vivir con lo nuestro”, que ya es un clásico. También tenemos la obra de José Luis Romero y Ernesto Laclau. Además, autores jóvenes como Daniel Feierstein o Paula Sibilia”.

“Esta semana vamos a celebrar presentando algunos libros. Uno es el de Ricardo Forster sobre Walter Benjamin, con la presencia de José Pablo Feinmann. También uno de Gabriel Kessler sobre desigualdad. También organizamos la proyección de una de las mesas que se realizan en México entre el 3 y el 7 en el marco del festival “El libro y sus lectores””, señaló Archain.

El especialista analizó los niveles de lectura en diversos países de Latinoamérica: “El tema de la lectura ha ido creciendo en interés de los estados, transformándose en políticas más permanentes de fomento de la lectura. Estás son centrales para la creación de los lectores. En Argentina, por ejemplo, existe el Plan Nacional de Lectura con el cual nosotros colaboramos. También es fundamental el trabajo de la escuela en el fomento de la lectura en los niños. Debe haber una alianza entre la escuela, la casa y la sociedad en su conjunto. Los medios de comunicación también deben hacer su aporte con la difusión”.

“El bajo índice de lectura puede deberse a cuestiones de mercado, de acceso, de educación, de nivel cultural. Es un tema complejo. De todas maneras, el acceso a la lectura ha ido creciendo”, consideró desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Finalmente, Archain dio su punto de vista sobre los efectos del libro electrónico: “En el año 2000 estábamos preocupados porque parecía que se terminaba nuestro trabajo con el papel. Pero el trabajo del editor es la administración, formación, generación y búsqueda de contenidos, por lo que el editor va a seguir haciendo su trabajo, en formato papel o electrónico. Por el momento, no hay mercado potente de e-book y seguimos trabajando muy bien con el papel”.

“En el futuro va a haber convivencia de formatos y soportes. El libro electrónico va a crecer, pero también se va a mantener el papel. Hay determinados libros, como los de consultas o enciclopedias, que se dan más al formato electrónico. Pero uno siempre quiere tener el libro en la biblioteca y eso va a seguir. No hay que preocuparse”, concluyó.



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