“La salida para el transporte público es la estatización”

Lo aseguraron desde la organización “Tierra para vivir”, que organizó una charla sobre transporte, subsidios y aumento del boleto





La Biblioteca Popular Martedí de la Ciudad de Buenos Aires fue la sede de una profunda charla sobre la situación actual del transporte público en la República Argentina. La misma fue organizada por la organización “Tierra para vivir”.

En primer lugar, disertó el economista e investigador Ezequiel Orlando, quien habló sobre el desvío de los subsidios que el estado da a las empresas desde la privatización a los 90’. Luego, fue el turno de Fabio Campinho, integrante del movimiento Pase Livre de Brasil 2013, cuando el pueblo salió a las calles ante los excesivos gastos para la Copa de Confederaciones, Mundial y Juegos Olímpicos.

También estuvieron los trabajadores de Emfer y Tatsa, que son dos plantas de fabricación de vagones y carcasas de colectivos ubicadas en el Partido de San Martín, que hoy están en conflicto y cuyos empleados piden la estatización de sistema ferroviario en todo el país.

“Ellos pueden construir hasta 40 formaciones de doble piso por año, hay conocimiento técnico para hacerlo. Piden la estatización del sistema ferroviario, pero el Gobierno hace oídos sordos y decide la compra de vagones e infraestructura a China. De odas maneras, los vagones nuevos no cambian nada ya que también hay que modificar el estado de vías, señalización, frenos, etc”, dijo Gigi Krein, integrante de la organización “Tierra para vivir”.

En ese plano, amplió: “Las nuevas formaciones comparadas a China tienen fallas. Si un vagón se rompe, todo el tren debe ir a taller porque no son desmontables. Esta puesta en valor está a cargo de capitales chinos, mientras que 500 familias están por quedar en la calle porque el Grupo Cirgliano se quiere desprender de Emfer y Tatsa. Hay decisiones del Gobierno Nacional mal tomadas, que desoyen la propuesta de trabajadores que realmente quieren revitalizar a la nación y que tienen la capacidad técnica para hacerlo”.

Krein recordó que, el año pasado, los trabajadores de Emfer y Tatsa denunciaron que vieron a los Cirigliano quemando pruebas que los inculpaban de la masacre de Once. Finalmente, los que terminaron procesados fueron ellos.

De la charla debate en la Biblioteca también participó Manuel Compañez, vocal de los Metrodelegados, quien habló sobre el movimiento de subsidios al Grupo Roggio.

“EL año pasado tuvimos la experiencia del Juicio Ético y Popular a las corporaciones en la Ciudad. A nosotros como organización nos tocó la audiencia contra Roggio y Cirigliano y la hicimos en el hall de Once para que los pasajeros sepan que no solo viajan mal sino que los están robando y que su vida corre peligro”, sostuvo Krein en diálogo con “C7 Radio” por Radio Arinfo.

Asimismo, habló de una “trama de complicidades entre empresarios y gobernantes” que no comenzó con los gobiernos de los Kirchner, sino que se arrastra desde tiempos de Menem y la Alianza.

“Este año, en Córdoba y Mar Del Plata hubo duras represiones en marchas que se oponían a los aumentos del transporte. Acá, en la Ciudad de Buenos Aires, hay un estado de quietud preocupante, por eso queremos dotar de información a la población.  El último aumento, que fue el segundo del año y que sumó un 100%, lo hicieron justo cuando jugaba Argentina en el Mundial. Es decir, es una quietud planificada”, denunció la integrante de “Tierra para Vivir”.

Luego, puntualizó: “Del total de los subsidios que se entregan en la Ciudad desde el estado, el mayor beneficiario es el Grupo Plaza de Cirigliano con el 22%. No podemos hacer nada frente a la entrega de fondos millonarios del estado a grupos que son poco responsables, que mantienen mal el transporte y que son asesinos.  Estamos en un punto de alarma muy importante y hay que denunciar con fuerza porque se trata de la vida de los ciudadanos”.

“Las empresas van fugando capital. A pesar de que reciben cada vez más subsidios, en sus libros contables muestran que les va mal y piden más dinero. El Gobierno se los da. El Grupo Roggio, por ejemplo, suma 920 millones entre 2001 y 2011, lo que equivale a 4 kilómetros de subte terminados. En relación a los Cirigliano, el Sarmiento cuesta 4,5 millones en subsidios por día. En total, son 13 millones por día para el total del trasporte ferroviario. El 70% se va en sueldos, el 10% en energía y nada en obras”, precisó.

Finalmente, Krein alertó desde los micrófonos de Radio Arinfo: “Estamos por quedar con un sistema de transporte obsoleto. Hubo desguace y vaciamiento. Muchas formaciones en condiciones fueron utilizadas como repuesto y disminuyó la cantidad de flota”.

“Hay Gobiernos cómplices y empresas millonarias y asesinas. Por eso vemos como salida una estatización con control de trabajadores y usuarios”, concluyó.



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