La CTA reiteró que irá al paro general a principios de agosto

En los próximos días definirá con la CGT cómo se desarrollará la medida de fuerza en contra del Gobierno

En los últimos días, la CTA de Pablo MIcheli, realizó una movilización desde la Avenida 9 de Julio y Avenida de Mayo hasta el Congreso de la Nación, como parte de una jornada de lucha enmarcada en el plan de acción lanzado desde la central gremial.

“Fue una marcha simbólica, como preparativo del paro dispuesto por la CTA y la CGT para la primera quincena de agosto”, dijo José Peralta, secretario general de la CTA Capital en diálogo con “Puente urbano” por Radio Arinfo.

El dirigente recalcó que el nuevo paro “es una decisión tomada” y que irá en la misma línea del que se realizó el pasado 10 de abril.

“Ese día se tomó la decisión de que, si no cambiaba el rumbo, si no había negociaciones y si no había condiciones, las medidas se iban a profundizar. El Mundial y algunas otras cuestiones hicieron que pasara un tiempo y, además, esperábamos respuestas gubernamentales que alivianaran el peso del ajuste sobre los trabajadores”, planteó Peralta.

El gremialista anticipó que las consignas del paro de agosto “serán las mismas” que las elevadas el pasado mes de abril, pero que se agregará el tema de la deuda externa y la creciente represión hacia las protestas de trabajadores.

Al ser consultado sobre las diferencias que existen con la CGT de Hugo Moyano, Peralta recalcó: “Hay cosas que nos unifican con la clase, más allá de que a veces no guste sacarse fotos con algunos dirigentes. La realidad es que nos unifican las consignas que hacen a los problemas de los trabajadores en general”.

La CTA de Micheli propondrá que el paro de agosto sea activo de 36 horas, con movilización y cortes. Esas condiciones se coordinarán con las otras centrales y se llegará a un acuerdo general.

“Es muy probable que para el momento del paro estemos en default. Sin embargo, nosotros no lo planteamos como una catástrofe total. Como están planteadas las cosas, cualquier decisión que se tome puede ser catastrófica para el presente y el futuro de los trabajadores, tanto el pago como el no pago. Si el default es una decisión política, tal vez no sea tan malo”, consideró.

En ese sentido, agregó: “Cuando un país entra en default porque no puede pagar, es una cosa, pero, cuando es una decisión política, puede ser hasta beneficioso”.

Finalmente, señaló desde los micrófonos de Radio Arinfo: “A veces asusta eso de entrar en default. Tal vez el país dice que tiene capacidad, pero que no la hará porque no corresponde, porque la deuda es ilegítima, porque la negociación es mala o porque no podemos depender de Griesa y de Nueva York. Hay un montón de condicionamientos que podrían llevar a que el Gobierno tome una determinación política y no técnica del asunto”.



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