El desafío de pensar una ley de agricultura familiar

El Ingeniero Agrónomo Carlos Carballo aporta su visión sobre el tema. La importancia de crear un banco de tierras y de la puesta en marcha de políticas asociadas





En los últimos tiempos ha tomado fuerza la idea de sancionar una ley tendiente a regular y promocionar la agricultura familiar en todo el territorio argentino.

“Que desde sectores importantes de la sociedad se haya presentado un proyecto de ley de reconocimiento, promoción y apoyo a la agricultura familiar marca un salto cualitativo y significativo en el debate que se venía dando alrededor de esta problemática, que entró en la agenda publica recién a partir del 2008, no sin dificultades”, consideró el Ingeniero Agrónomo Carlos Carballo.

En ese marco, agregó: “Desde fines de 2013, algunas organizaciones que representan a sectores importantes de la agricultura familiar comenzaron a debatir cómo instalar y hacer más visible esta problemática poco conocida a nivel urbano. En realidad, es un tema que solo es colateral o marginalmente conocido por pobladores de las periferias de las grandes urbes, que son campesinos o hijos y nietos de agricultores que migraron en los últimos años”.

“La ley, en un principio, es una oportunidad para empezar a  discutir y darle sentido institucional al tema. Sirve para descubrir dónde estamos, que desafíos que tenemos y cuáles cosas que faltan”, aseguró Carballo en diálogo con “Puerto utopía” por Radio Arinfo.

El docente y especialista en soberanía alimentaria explicó que la creación de un banco de tierras no está contemplada en el proyecto de ley y recordó un antecedente de esta cuestión.

“En el 2004, el presidente Néstor Kirchner, por decreto, dispuso que la subsecretaría de Tierras, a cargo de Luis D’elia, gestionara la realización de un banco nacional de tierras. De esa manera, se quiso poner en marcha mecanismo que, en apariencia, era sencillo. Esto requería que organismos del estado propietarios de tierras blanquearan la situación y la pusieran a disposición para que los estados nacionales y provinciales supieran cuántas tierras tenían, dónde, en qué condiciones, con qué aptitudes, en manos de quién, en qué situación legal, con o sin ocupantes o con o sin explotación, etcétera. Eso no se llegó a concretar porque muchos organismos del estado se negaron a entregar la información. El Ministerio de defensa, por ejemplo, fue uno de ellos”, contó.

Carballo aseguró que la creación de un banco de tierras es “un tema estratégico” que tiene que ver con la agricultura familiar, pero también con el desarrollo nacional.

 “Hoy, la población rural es un 8% de la total del país. El territorio está cada vez más desocupado, libre, desértico y despoblado. Las zonas antes pobladas por chacareros, hoy son taperas. El ferrocarril jugó un rol bastante importante en el despoblamiento de las áreas rurales. Es un proceso que se aceleró como consecuencia de un modelo de producción de gran escala, cada vez más concentrado en manos de menos empresas”, planteó.

En ese marco, Carballo hizo un llamado a pensar la tierra como un “bien social”,  que debe ser puesto al servicio del desarrollo.

“Eso implica calidad de vida, trabajo y producción de alimentos de calidad. Esta última es una problemática creciente y preocupante. Es alarmante cantidad de información científico-técnica que nos tendría que hace reflexionar sobre la calidad de lo que comemos. Tenemos quién nos cuide los precios, pero no sabemos qué pasa con la calidad. Hay una ausencia fundamental del estado en este tema”, denunció desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Finalmente, el Ingeniero agrónomo criticó que el proyecto de ley de agricultura familiar no precise cómo se va a financiar su eventual implementación y recalcó la necesidad de combinar la norma con un conjunto de políticas estatales conexas.

“Ley no puede estar aislada de un conjunto de políticas públicas en materia de Educación, Salud, ordenamiento territorial, pautas en los criterios de comercialización, asistencia técnica de calidad, ofrecimiento de ciencia y tecnología para producir con menor cantidad de insumos y con menores niveles de contaminación, etcétera”, sostuvo.

Y, finalmente, postuló: “Bienvenida la propuesta que alimenta y dinamiza el debate sobre el rol de la agricultura familiar, que ha sido muy discriminada en la historia contemporánea de Argentina. La tarea de reparación histórica es urgente porque, si no se hace, pronto no va a haber agricultores familiares y el campo va a estar en manos de pocas y grades empresas. Con riqueza concentrada, es difícil pensar en democracia y en sustentabilidad. Los modelos democráticos de desarrollo requieren de la redistribución de la riqueza”.


 Escuchá "Puerto Utopía" los jueves de 18 a 19 horas por www.arinfo.com.ar

Seguinos en Twitter:  https://twitter.com/#!/RadioArinfo


 
Comentarios
Enviá tu Comentario