Personas con discapacidad intelectual aprenden sobre sus derechos

 Un manual se los explica de manera clara y efectiva. Trata temáticas como la autonomía, la privacidad y el trabajo





La Red por los Derechos de las personas con Discapacidad (REDI) es una entidad que monitorea y exige el cumplimiento de las personas con discapacidad en la Argentina. En ese marco, algunos de sus integrantes elaboraron un manual titulado “Yo tengo derechos”, con el objetivo de que este llegue a las personas con algún tipo de discapacidad intelectual.

 “En el 2006, la ONU sacó la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, que es la última y más moderna convención del mundo. Además, tiene algo muy importante que es el protocolo facultativo, es decir, el derecho de los estados a monitorear a otros estados. Esto hace que, cada determinado tiempo, la Argentina deba rendir un informe sobre lo que hace en materia de discapacidad. A la vez, las organizaciones de la sociedad civil hacen un contra informe, que se llama “informe sombra” y, con esos resultados, la ONU le dice al estado argentino en qué incumple y en que no”, explicó Ana Dones, integrante de REDI y una trabajadora con experiencia en el área de discapacidad.

En el año 2008, Argentina ratificó la Convención y las organizaciones comenzaron a transmitir la información hacia sus pares, es decir, de profesionales hacia profesionales. Eso llevó a Dones, madre de un joven con discapacidad, a preguntarse qué pasaba con las personas con discapacidad intelectual, a quienes no les transmitían la información sobre sus derechos.

“En un 90%, las personas con discapacidad intelectual están infantilizadas, institucionalizadas, con poder eterno sobre ellas, asexuadas, etcétera. Son los famosos ‘seres de luz’, los niños eternos sin derechos”, lamentó en diálogo con “Trópico de cáncer” por Radio Arinfo.

Dones sabía que no era sencillo explicar una Convención con artículos duros a personas con discapacidad intelectual pero, aún así, decidió juntarse con su compañero Sergio Méndez y con su hijo, Facundo Ferro, para decidir cómo se podía transmitir esa información de una forma fácil.

“Le leímos los artículos de la Convención a Facundo y le preguntamos que le significaba o qué entendía de cada uno. Decidimos que dibujos representan a los artículos y que cada uno tuviera su correspondiente explicación. El primero que tomamos fue el número 19, que es el derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad. Esto derivó en una imagen de un joven adentro de un corralito de bebé, con un móvil sobre la cabeza, que dice ‘Quiero que me traten como a un adulto’”, contó la integrante de REDI.

Los dibujos están protagonizados por un único personaje, que va graficando y explicando todos los derechos. En la presentación, que incluye el título “Yo tengo derechos”, el joven se apoya de forma canchera sobre la palabra “Yo”, para dar cuenta de que, generalmente, la persona con discapacidad intelectual tiene el yo “arrasado”.

“Es muy difícil que una persona con discapacidad intelectual diga ‘yo quiero’ o ‘yo elijo’. Generalmente hay otra persona que decide qué comen, qué compran, cómo se visten, etcétera. En el manual decidimos que el ‘yo’ tuviera la fuerza”, recalcó Danes.

En ese marco, Facundo, su hijo, agregó: “Yo no tengo problemas de este tipo, pero a otros los padres y las madres les ponen horarios. Los protegen mucho, hasta los acompañan hasta la parada de colectivo”.

El joven trabaja en el Inadi como cadete. También colabora en áreas de temática de discapacidad en el organismo y es parte de un equipo de fútbol.

El manual toca diversos temas bajo títulos como: “Quiero conseguir un trabajo digno”, “Quiero percibir un salario digno”, “Quiero que me dejen tener un futuro propio”, “No me manipules, “Quiero que respeten mi privacidad”.

“Los padres normalmente no decidimos cuándo nuestros hijos se independizan, eso es algo que viene de parte de ellos. El  problema es cuando el joven no lo decide. En estos casos, el ejercicio del poder sigue estando en manos de las familias o de las instituciones, entonces, nunca tienen la posibilidad de independizarse. Se ejerce absoluto dominio sobre los hijos sin pensar en lo que viene después”, planteó Dones desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Y, Facundo acotó: “Tenemos que saber decir que tenemos nuestros propios derechos y poner límites”.


Escuchá "Trópico de cáncer" los miércoles de 13 a 14 hs. por www.arinfo.com.ar 

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