El fútbol como herramienta para el cambio social

FUDE es una organización de trabaja con niños y jóvenes para fomentar liderazgos positivos y posibilitar una transformación

 Fundación Fútbol para el Desarrollo (FUDE) es una organización que, desde el año 2008, trabaja desde una perspectiva del derecho, utilizando el deporte como herramienta para lograr una transformación social.  

“Esta es una organización sin fines de lucro, conformada por equipo de personas, como profesores de educación física, sociólogos, referentes del ámbito social, etcétera. Somos todos militantes por una causa relacionada al desarrollo comunitario, a la integración y a la inclusión de niños, jóvenes y adultos”, explicó Lisa Solmirano, Directora Ejecutiva de FUDE.

En ese sentido, añadió:”Todos los integrantes vienen de otras experiencias sociales reconocidas por la utilización del deporte y la cultura como herramientas de socialización y procesos comunitarios. Las personas tienen más de 20 años de experiencia territorial”.

“Es interesante ver de qué manera el fútbol social o de corte comunitario puede generar iniciativas en defensa de los derechos cuando muchas veces el de tipo profesional implica la violación de los mismos, como hoy se está viendo en Brasil con los desplazamientos y otras situaciones. Nosotros usamos el fútbol para generar esos procesos positivos. Consideramos que es una herramienta útil para convocar, invitar y generar procesos de solidaridad. Tirás una pelota y siempre hay 22 con ganas de hacer algo. Para usar la herramienta, hay que jugar” recalcó la dirigente de la entidad.

FUDE tiene cuatro programas en el territorio. Uno de ellos es ‘Futbol para la oportunidad social’ con base en Moreno y trabajo en conjunto con instituciones de la zona. Participan 18 clubes de barrio en la Liga, con categorías desde los 7 años hasta los más grandes.

También llevan adelante un programa de salud, porque desde la dirección advirtieron que los chicos que se acercaban a hacer deporte no tenían acceso a controles. Además, cuentan con un programa de fútbol callejero y están trabajando en la generación de un proyecto de formación laboral para formar árbitros.

En "Radio Casona" por Radio Arinfo, Solmirano habló de las características que adquiere esta experiencia:”Es una propuesta que invita a la práctica del deporte, a la participación de la familia y al involucramiento de las mujeres. El fútbol siempre ha sido siempre un ámbito masculino, que genera una serie de expresiones machistas y discriminatorias. Pero nosotros hemos comprobado que a las mujeres les gusta mucho y que tienen mucho para aportar en este ámbito”.

“En las familias con mayores dificultades, se suele privilegiar la práctica deportiva de los varones porque hay preconceptos que dicen que tienen mayores potenciales o posibilidades que las mujeres. Pero a muchas chicas les gusta jugar a le pelota, hay un desarrollo bastante grande del fútbol femenino y ese es un espacio que hay que abrir, aunque sea difícil”, recalcó.

Asimismo, planteó:”Esta herramienta, este deporte, permite trabajar con niños, jóvenes y conectar con la alegría. Eso es algo muy importante en contextos de alta vulnerabilidad, donde muchos derechos no son garantizados.  El juego es una práctica que contribuye al desarrollo integral de la personalidad del niño. Aquellos que no tienen espacios para hacerlo, pierden la alegría”.

“Así como el futbol está tan impregnado en el ADN cultural de nuestro país y de muchos otros de América Latina, también creemos que hay mucho para cambiar. Hay mucha mirada para modificar. El verdadero cambio es el cultural, de visión del mundo. Hay una tendencia a pensar desde la política pública al fútbol desde una perspectiva puramente competitiva, de alto rendimiento, de identificación de atletas. Nosotros creemos que, primero, debería ser garantizado el acceso al juego y a espacios deportivos, saludables y recreativos para niños, niñas y jóvenes. Debe haber políticas en ese sentido”, sostuvo Solmirano.

En ese sentido, esbozó una crítica al sistema imperante: “No todos los chicos pueden ser deportistas de alto rendimiento o lo quieren ser. Muchos no tienen posibilidades de ser futbolistas profesionales. Es el fútbol que nos vende la FIFA, la AFA y el Mundial. La idea de que siendo un futbolista uno se salva”.

“El fútbol es del pueblo. El problema es que, después, vino alguien con una visión de negocios y se apoderó de eso. Hay una extrema mercantilización de la práctica que permea toda la visión. Un chico, aunque juegue bien, no puede disfrutar porque está la presión de que tiene que ser el mejor y ganar. Es un modelo exitista de sociedad que nos afecta y atraviesa a todos. Muchos adultos presionan a sus hijos y no son conscientes de eso”, expresó.

La Directora Ejecutiva de FUDE dijo que “el fútbol pueda cambiar nada por sí mismo”, pero que lo que cambia a las comunidades es “la capacidad de asociación, de trabajo cooperativo y de organizaciones de base de mejorar las posibilidades de incidir para que cada vez tengamos mejores políticas públicas que permitan enfrentar los problemas de la sociedad”.

“Nuestro enfoque está orientado a fortalecer las organizaciones sociales de base porque creemos que cumplen un rol muy importante en los barrios. Muchas están abandonadas porque, al ser sostenidas por trabajo voluntario, cuesta llevarlas adelante. Aún así se les pueden dar herramientas para que fortalezcan el marco institucional y que generen propuestas a nivel comunitario”, destacó.

“A través del fútbol se pueden identificar y desarrollar liderazgos positivos en la juventud. Ante una sociedad que dice que el problema son los jóvenes y los criminaliza, sobre todo si son pobres, nosotros decimos que se pueden destacar en cuestiones positivas. Hay que generar espacios de protagonismo, participación y escucha para brindar la posibilidad de que se desarrollen en los ámbitos que les gustan y que estén dentro de sus intereses. Un chico con potencialidad para hacer una ‘macana’, la tiene también para hacer algo bueno, lo que pasa es que a veces no tiene otra opción para ser visible o escuchado. Queremos transformar esos esquemas en posibilidades de liderazgos positivos. A través del fútbol pueden encontrar ganas de estudiar, de entrenar, de dirigir, de coordinar grupos. Cambian completamente”, afirmó Solmirano desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Y, finalmente, manifestó:”Queremos tener una incidencia pública cada vez mayor. Lo que la organización social puede hacer es muy pequeño, las transformaciones se producen a través de políticas públicas. La sociedad civil debe organizarse para los dirigentes legislen a favor de las necesidades de la población”.
 



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