Choferes de la línea 60 realizarán una medida de fuerza especial

No cobrarán boleto para pedir por aumento de salarios y discusión de sus condiciones laborales. Fuertes críticas al gremio de la UTA





La 60 es una de las líneas de colectivos más emblemática del área Metropolitana  porque hace una traza muy importante: atraviesa todo el territorio del conurbano bonaerense y también la Ciudad de Buenos Aires. El martes 3 de junio, sus choferes realizarán una medida de fuerza para visibilizar el conflicto que llevan adelante y para exigir una solución a sus demandas.

“El transporte de colectivo cambió muchos en los últimos años y creemos que, si no salimos a pelear y a discutir un cambio en las condiciones de trabajo, nos vamos a quedar casi en una situación de esclavitud”, aseguró Esteban Simonetta, delegado de los trabajadores de la línea 60.

El reclamo puntual de los choferes, quienes hoy perciben un sueldo básico de 8800 pesos, es por la falta de aumento: “Llevamos cinco meses de paritarias y no tenemos respuestas. Ya esperamos demasiado tiempo y necesitamos que nuestro sueldo tenga una recomposición. La semana pasada el sindicato anunció un paro y luego lo suspendió, sin propuestas o conciliaciones de por medio, solo con una promesa de búsqueda de solución”.

“Llamaron de Casa de Gobierno y pidieron a la UTA que suspendan la medida, con la promesa de que en la próxima semana se iba a encontrar una respuesta positiva al reclamo salarial”, agregó.

A pesar de que el gremio suspendió la medida de fuerza, el martes los choferes de la línea 60 harán su propia protesta.

“La línea va a trabajar, pero no vamos a cobrar boleto de 7 a 19. Además, vamos a hacer corte parcial en Puente Saavedra a las 9 de la mañana en reclamo a la falta de respuestas a nuestro aumento salarial y a que nunca discutimos condiciones laborales como la reducción de la jornada o la actualización del convenio colectivo”, explicó el delegado a “Puente urbano” en Radio Arinfo.

Respecto al caso específico de la Línea 60, Simonetta precisó: “En los últimos años hubo una mala administración. Esta fue una de las mejores líneas pero, en el 2010, se vendieron las acciones y la línea fue adquirida por una empresa monopólica, DOTA, en asociación con otra empresa de este tipo. A partir de ahí, comenzaron problemas más graves que los que teníamos con la vieja dirección”.

“Estos grupos no quieren trabajar con el convenio de UTA, que es el que nos protege, sino que quieren utilizar su propia ley y política de trabajo. Hay una clara lucha de intereses y un conflicto permanente.  Por ejemplo, el Convenio 460/73 no permite que se trabajen vueltas en negro u horas extras en negro, pero esta empresa tiene como metodología, aparte de las ocho horas, el trabajo de horas extras y de francos con pago en negro”, denunció.

El chofer comentó que la empresa DOTA también es dueña de otras 40 líneas de colectivos, entre ellas, la 56, 101, 24 y 28.

“El transporte ya no es más lo que era hace 20 años. Cambió mucho y necesitamos que las condiciones se adecuen a la situación actual. El chofer de colectivo está expuesto a muchas cuestiones que lo perjudican. Todos los días está citado a horas distintas, eso conlleva a que uno no pueda tener un régimen de vida ordenado ni un descanso adecuado. Eso lleva a muchas enfermedades y problemáticas. A esa situación se le suma que otras empresas obligan a compañeros a trabajar 14 o 16 horas seguidas o los francos con pago en negro y, si uno se niega, lo despiden”, remarcó.

Simonetta afirmó que, ante estas irregularidades tienen la “connivencia del sindicato, que no hace nada por evitar esta situación”.

“Los trabajadores queremos saber cuánto aumento está pidiendo el sindicato para sus trabajadores. Lo único que escuchamos es que piden más subsidios para los empresarios o que les den aumento de boleto, pero no sabemos cuánto piden para sus trabajadores. No estamos de acuerdo con cómo están llevando adelante nuestro reclamo”, sostuvo.

Y, finalmente, expresó desde los micrófonos de Radio Arinfo: “En enero los empresarios tuvieron un aumento de boleto del 66%. La auditoría General de la Nación dio cuenta de que hubo una estafa de más de 600 millones de pesos en subsidios, porque la empresas declararon kilómetros que no habían realizado. Nosotros veníamos denunciando que se guardaban el dinero de los subsidios y dejaban los colectivos parados en las cabeceras, con el consiguiente perjuicio para los usuarios que no tenían el transporte y para los trabajadores, que somos la cara visible de la empresa. Queremos saber si se abrió alguna causa penal porque queremos aportar los datos necesarios”.

 


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