Los trabajadores del restaurante Lalo resisten por sus puestos de trabajo

Pudieron parar un desalojo, pero deben negociar con los empresarios que vaciaron el negocio para continuar con su labor en forma de cooperativa

Los empleados del tradicional restaurante Lalo de Montevideo y Corrientes siguen resistiendo en el local del negocio, luego de que los dueños originales decidieran cerrarlo sin aviso previo.

Los empresarios solicitaron el desalojo del inmueble, pero esta acción fue suspendida por 24 horas luego de que legisladores porteños y diputados intervinieses a favor de los trabajadores, que luchan por cobrar lo que se les adeuda y por mantener sus fuentes de trabajo.  

“Ayer hubo una conciliación en ministerio de Trabajo, pero los empresarios no fueron. Es la segunda audiencia a la que no se presentan. Ahora se volvió a convocar a una reunión para el viernes y anticiparon que esta vez sí van a ir”, dijo Mario, trabajador de Lalo.

Los trabajadores reclaman, entre otras cosas, que se les paguen los tres meses de sueldo que se les deben, el aguinaldo, las vacaciones del año pasado, el reconocimiento de los once años de antigüedad y el aporte jubilatorio y obra social que no se paga hace más de seis años.

“Conformamos una cooperativa pero aún no podemos hacer nada porque no tenemos el alquiler del local y el dueño está muy duro con eso. Hoy tenemos una reunión con él y la idea es convencerlo de que nos alquile para seguir trabajando”, anticipó Mario en diálogo con “Puente urbano” por Radio Arinfo.

El trabajador contó que esta situación surge de la intención de los dueños del restaurante de Lalo de abrir un nuevo local en el barrio de San Telmo y cerrar el tradicional de la calle Montevideo

“Hace un año y medio que lo están armando y para eso vaciaron el de Montevideo, pero el nuevo local es chico y podrían ir solo siete trabajadores. No hay lugar para todos. Además, ofrecen medio jornal en blanco y la otra mitad en negro y no reconocen una deuda de tres meses ni la antigüedad”, señaló.

En ese sentido, Mario precisó: “Se fueron tres o cuatro compañeros para el lado de la patronal, pero el resto estamos juntos y seguiremos luchando porque esta es nuestra fuente de trabajo. Son 14 familias que dependen de este trabajo para comer”.

“Ayer esperábamos el desalojo. Teníamos el aviso de que se iba a producir, pero no sabíamos a qué hora, solo que era inminente. Por eso hicimos una reunión y vino un grupo de gente a apoyarnos. A la noche quisieron vallar, pero una diputada intervino y el desalojo se detuvo por 24 horas, pero ya estaba todo listo para hacerlo”, relató el trabajador y adelantó a Radio Arinfo que, si no llegan a un acuerdo con el titular de la propiedad, seguramente procederán con la medida.

“Los legisladores y diputados nos apoyaron, el ministerio de Trabajo y el Inaes también, pero acá los que pueden parar el desalojo son los dueños del inmueble. Eso está en manos de ellos”, concluyó.



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