¿Qué es el Síndrome del Impostor?

Se trata de una condición psicológica que afecta a profesionales que no logran insertarse laboralmente en su campo. ¿Cómo superarlo?





El Síndrome del impostor pone nombre a una situación que muchas personas sufren y que desconocen la frecuencia con la que se da.

Esta terminología se relaciona con aquellas personas profesionales que, a pesar de tener ese estudio, no llegan a conseguir un trabajo. Son sujetos que tienen muchas capacidades que no son abarcadas por la realidad o que no encuentran un campo suficiente para desarrollarlas.

“Se trata de una terminología psicológica que nació en los años 70’ y que tuvo su auge en los 90’. Se trata de la gente que no ‘se la cree’. Son personas que han estudiado mucho y que tienen una gran experiencia, pero es como si hubiera una pelea con el yo interior que plantea que lo hecho no sirve para nada”, explicó la psicóloga Katia Oporto.

El Síndrome del impostor tuvo su ‘auge’ en la década del 90 cuando comenzó a subir el desempleo a nivel mundial. De alguna forma, los profesionales no tenían el lugar para desempeñar su trabajo y eso generaba una gran confusión personal.

“Cuando uno se queda sin trabajo, la contención familiar es muy importante. Se supone que la persona se va a sentir como si no valiera por no tener trabajo y hay que decirle, aunque sea difícil, que tiene que estar motivada y con seguridad”, dijo la especialista al programa “Vivir en positivo” en Radio Arinfo.

En ese marco Oporto habló de recientes investigaciones, que indican que a los seres humanos nos enseñan a ser empleados, en lugar de líderes o jefes: “Si tuviésemos ese último tipo de aprendizaje, podríamos innovar solos como pequeños empresarios o como personas independientes. Cuando eres jefe de ti mismo, tienes la oportunidad de levantarte de cualquier ‘macana’. Tienes seguridad y confianza en ti mismo, algo que suele faltar”.

“También hay que trabajar la facultad del ‘ahorro de los diez centavos’. Es decir, hay que aprender a ahorrar lo mínimo que se pueda. Este ahorro debe ser intocable para que, en algún momento, se pueda usar si nos quedamos sin empleo. Debemos ser creativos, astutos e ingeniosos a la hora de ser vendedores y procreadores de nuestra economía”, planteó.

Respecto a las perspectivas de aquellos que se quedan sin trabajo cuando ya están cerca de la jubilación, la psicóloga comentó: “Hay personas a las que despiden a los 50 ó 60 años, luego de trabajar mucho tiempo en una empresa, y, de repente, se encuentran con que no tienen nada. Han vivido mucho el ahora y, desde el punto metafísico, eso es hermoso, pero vivimos en un mundo en el cual debemos tener un ‘colchón’”.

“Siempre hay que tener un chanchito o un monederito para ir aportando poco a poco. Eso se vuelve increíblemente grande. La contención familiar es importante, allí muchos encuentran las formas para reivindicarse económicamente. Siempre es mejor tener el apoyo de las personas que uno ama”, agregó.

Oporto también recomendó buscar oportunidades y aprovechar voluntariados gratuitos como forma de hacer contactos y de encontrar futuras posibilidades.

“Se trata de insistir. Cuando una puerta no se abre, hay que buscar otra. Existe una idea de que la suerte debe llegar o de que, ante una derrota, se termina la vida, pero no es así. Siempre hay que seguir adelante”, remarcó desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Finalmente, hizo referencia a los consejos que suele darle a aquellos que sufren de este Síndrome del impostor: “Cuando hay desmotivación, yo les digo que busquen la historia de personajes famosos como el creador de los botones o de los cordones de zapatos. Es gente que ha creado algo y que ha logrado recibir una remuneración económica. ¿Quién podría haber pensado que el Facebook iba a dar tanto dinero a una sola persona?. Se trata de tener ingenio y creatividad para desarrollarnos. La historia de estas personas que se han superado y han continuado es muy motivante y ayuda a que uno pueda pensar en ser el creador de algo”.

“Hay que buscar las fortalezas: dios, la familia o uno mismo. Eso lleva a que uno se motive y encuentre una razón para hacer las cosas. Lo más importante es ser creativo y astuto. Hay que insistir con la profesión que uno ama para triunfar o, al menos, ser medianamente feliz”, concluyó.


Escuchá "Vivir en positivo" los domingos de 18 a 19 hs. por www.arinfo.com.ar 

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