La toma del predio de Lugano desde adentro

Cómo viven y qué piensan las personas que ocuparon un terreno lindero a la Villa 20. Cómo resisten al desalojo. Acusan a la Policía Metropolitana por intimidaciones

La toma de un predio lindero a la Villa 20 en el barrio porteño de Villa Lugano acaba de cumplir un mes. Más de mil familias ocupan el terreno en condiciones de extrema precariedad en reclamo por la construcción de viviendas sociales.

“La gente del barrio tiene un reclamo ya que la ley 1770 (que obligaba a la urbanización de la villa) no se cumple. Algunos cortan una ruta y otros se sientan a esperar, pero esta es nuestra forma de reclamar a las autoridades. No queremos que nos regalen nada, sino que construyan viviendas y pagar los servicios. Queremos que me mejoren las condiciones de vida de los vecinos”, explicó Marcelo Urquiza, delegado de los habitantes del asentamiento, denominado Barrio "Papa Francisco".

Urquiza comentó que las personas que ocupan este predio, hasta no hace muchos días, alquilaban piezas de 4 x 4 con baño y cocina compartidos por entre 800 y 1200 pesos y que están en condiciones de destinar ese dinero a pagar una escritura y los impuestos de una casa.

“Nosotros no estamos usurpando, sino haciendo un reclamo porque no se cumple la ley. Los medios dicen que queremos que nos regalen la casa y no es así. Queremos pagar y vivir como cualquier ciudadano.  Queremos la urbanización del espacio: que haya cloacas, luz y agua”, sostuvo.

Urquiza aseguró que esta medida es una respuesta a un “problema social”, como lo es el de las personas en situación de calle, y defendió la dignidad de los habitantes del predio.

“Dicen que somos usurpadores, malvivientes, narcos. Tampoco entiendo por qué se hace una discriminación por las nacionalidades. Acá hay gente trabajadora, que se levanta a la 6 de la mañana y que vuelve a las 18 como cualquier ciudadano”, afirmó.

Al ser consultado sobre las versiones que indican que la toma surgió a partir de una disputa entre punteros por tierras, Urquiza aclaró: “Este barrio se creó entre los vecinos. Se fueron metiendo de a uno y hoy hay mil casitas con familias. Hay chicos, mujeres embarazadas y gente con discapacidad. Nos quieren ensuciar y armar algo que no existe”.

Urquiza forma parte de un grupo de 21 delegados, que fueron elegidos por los vecinos de cada sector del asentamiento. La semana pasada participaron de una mesa de diálogo en la Legislatura porteña con representantes del PRO.

“No queríamos que reprimieran y que esto se convierta en un nuevo Indoamericano. Le golpeamos la puerta a 12 personas y solo nos atendieron Iván Petrella y Carmen Polledo. Con ellos pudimos tener una reunión informal en la cual les mostramos nuestro petitorio. Nosotros pedimos por la urbanización del barrio, algo que va a ser mejor para todos: para la gente del Papa Francisco y también para los que viven fuera de la villa. De esta manera podrán entrar patrulleros, ambulancias y bomberos. También podrá haber una circulación normal. Queremos que nos integren a la sociedad, no que nos marginen como hasta ahora”, comentó Urquiza en diálogo con “Puente Urbano” por Radio Arinfo.

El representante de los ocupantes del predio aseguró que su función le “trajo muchos problemas” y dio detalles de un episodio violento sufrido por su familia en el momento en que él se encontraba reunido con los elgisladores del PRO.

“Allanaron la casa con la acusación de que vendo terrenos y de que soy instigador de la toma. Yo no tengo casa en el barrio, estoy en la lucha por mi sobrino que tiene dos chicos y la mujer embarazada. Él duerme en mi casa en un colchón en el piso y no tiene la posibilidad de tener una casa a pesar de que tiene trabajo como vigilador. En ese procedimiento me rompieron tres puertas, la tiraron a mi hermana embarazada al piso y le pusieron un revolver en la cabeza a mi sobrina, también embarazada. Mis sobrinitas más chicas vomitaban y mi mujer tuvo un ataque de nervios. Fue la Metropolitana para callarme. Aplican este método como una mafia”, denunció.

En ese plano, remarcó: “No queremos violencia ni derramamiento de sangre porque creemos que dialogando nos podemos entender. Aún cuando nos acusen de ‘negros villeros’”.

Finalmente, Urquiza hizo referencia en Radio Arinfo a lo expuesto por algunos funcionarios sobre la supuesta contaminación existente en el predio hoy conocido como “Papa Francisco”: “Ellos dicen que el terreno está contaminado y que hay que desalojar para sanearlo. Nosotros tenemos un grupo de arquitectos y agrimensores que vinieron a estudiar la tierra. Ya se hicieron pozos y se sacaron muestras que se llevaron a laboratorios para cumplir con las pautas legales. Una jueza tomó el expediente que se presentó en relación a esta cuestión y los resultados se conocerán en unos 10 días”.

“Si la contaminación llegó a la napa, hay que desalojar no solo al Papa Francisco, sino también la Villa 20 completa, los edificios del frente, del costado y todo Lugano 1 y 2”, alertó.


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