Todo lo que hay que saber antes de una cirugía de implantes mamarios

Consejos y recomendaciones para evitar contratiempos que afecten la salud





La Fundación Dalas (Derecho a la Salud) es una entidad que surgió hace casi cinco años, cuando se conoció en la Argentina un caso de adulteración de una serie de prótesis mamarias. En aquel momento fue cuando comenzó su tarea de concientización respecto a la salud femenina en relación a la estética, con el fin de recalcar que la belleza nunca debe privilegiarse por sobre la buena salud.

“Descubrimos que había muchas mujeres que no tenían acceso a los sistemas de salud o que se les negaban prestaciones. Entonces, comenzamos a trabajar, sobre todo, sobre el avasallamiento de las empresas de medicina prepaga sobre la salud de las mujeres”, explicó la Dra. Virgina Luna, Presidenta de la Fundación.

La experta recalcó que, cuando una mujer hace una inclusión de prótesis mamarias por cuestiones de estética o de salud, debe tomar ciertos recaudos.

“Las mujeres deben saber que una cirugía de mamas no es un procedimiento menor, sino uno mayor y que por eso conlleva ciertos riesgos, incluso de vida.  Por eso, todos los extremos y los recaudos que se tomen son importantes ante la eventualidad de algún problema”, sostuvo en diálogo con “Mirada ciudadana” por Radio ArinfoPlay.

Luna precisó que este tipo de intervenciones deben realizarse con cirujanos especializados en plástica y que siempre conviene chequear su matrícula en el ministerio de Salud. Está prohibido que se hagan cirugías en ‘quirófanos anexos a consultorios’. Deben hacerse en clínicas habilitadas o en centros médicos y hay que chequear que estén habilitados.

Las pacientes también deben escuchar con atención cómo se va a hacer la operación, qué tipo de anestesia se utilizará, quién será el anestesiólogo y cuáles son los riegos.

“Las prótesis deben contar son un sticker, que es un cartoncito donde se identifica el producto que se coloca en el cuerpo para saber qué es lo que se coloca. Además, se debe pedir la historia clínica del lugar dónde se lleva adelante la intervención quirúrgica”, agregó.

La Presidenta de Dalas advirtió que, si un cirujano presupuesta una intervención de aumento mamario con un precio más bajo al normal, es porque podría estar escatimando en cuestiones que pueden ser de vital importancia.

También hizo hincapié en que las mujeres deben tener en claro que las cirugías nunca dan resultados perfectos. Solo hay que chequear que estén bien, dentro de los parámetros de lo normal.

La abogada recordó que el caso de las prótesis PIP francesas, al que calificó como “un hecho lamentable”. Comentó que cerca de 15 mil argentinas han sido víctimas de este producto defectuoso y adulterado con silicona industrial y que más del 70% de estas mujeres no cuentan con la identificación (el sticker) de ese producto o no logran dar con su historia clínica.

“Estamos tratando de reunir la mayor cantidad de pruebas para saber dónde se hizo la operación y qué producto se colocó. Hay un principio en derecho que habla de la prueba y ellas están en debilidad para probar que son las portadoras de esa prótesis. Estamos trabajando en una estrategia jurídica tendiente a comprobar que ellas tienen ese producto”, contó.

En ese plano, señaló que, según la ley, las historias clínicas son de los pacientes, por lo cual no puede ser negadas. Si eso sucede, se puede proceder al secuestro por vía judicial. Si esta no está, se fija un antecedente negativo para la clínica o el médico.

Respecto al caso de las prótesis PIP en la Argentina, contó: “Hay tickets sospechosos. Muchos no coinciden con los lotes salidos de Francia. Evidentemente ha sucedido algo extraño cuando el producto ingresó a la Argentina. Es por eso que etas mujeres no son consideradas portadoras de la prótesis”.

“Si las clínicas o los médicos se niegan a dar el ticket, es una forma de desligarse de la responsabilidad y de negar a la paciente el derecho a conocer qué producto tiene dentro del cuerpo”, aseguró.

Luna también afirmó que aún no está probada la relación de causalidad entre la prótesis PIP y algún tipo de patología mamaria. Sin embargo, las dos muertes que se produjeron en mujeres con este producto fueron por desarrollo de tumoraciones extrañas. Es por eso que no se descarta que en el futuro se descubra una conexión.

Desde Dalas han presentado notas en la ANMAT, el organismo encargado de permitir el ingreso de estos productos, pero no han recibido respuestas concretas. El objetivo de la entidad es saber cuántas mujeres efectivamente tienen este producto e identificarlas para darles una solución alternativa.

“Hay una cuestión de género. Si esto hubiese afectado a los hombres, se habría resuelto de otra manera. Las prótesis se suelen ligar a la estética y no necesariamente es así. El tema se minimiza, queda cerrado en un grupo reducido cuando en la Argentina hay 30 mil mujeres que se hacen aumentos mamarios al año. Hay mucho silencio alrededor por parte de organismos gubernamentales no solo a nivel nacional, sino también en la Ciudad”, denunció Luna desde los micrófonos de Radio ArinfoPlay.

Finalmente, la Presidenta de Dalas reiteró que la marca PIP está prohibida de comercialización desde abril de 2010 aunque, en algunos lugares del interior del país donde no hay control, se usa el stock remanente y aún se coloca en mujeres.

“Hay que tener en cuenta que una vez que uno se coloca en el cuerpo un producto ajeno, está permanentemente en riesgo. No existen prótesis de por vida: se pueden romper o encapsular y, es recomendable cambiarlas en períodos de cada diez años”, concluyó.





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