“En el arte, el derroche es la base de la riqueza”

El músico Juan Manuel López Manfré habla del lanzamiento de su disco solista y de sus prácticas para romper con lo establecido por la industria

Durante el año 2013, el guitarrista de la banda Superfluo, Juan Manuel López Manfré, decidió lanzar su primer disco como solista, aunque lo hizo de a cuerdo a su propios términos y en base a los mandatos de la industria discográfica. El material recibe el nombre de “Biografía mutante”.

“Decidí sacar estas canciones, que estaban por el costado de la banda, porque sentí que eran más comprometidas emocionalmente y que hablaban más de mi vida. El término “Mutante” tiene que ver con el cambio: los seres humanos pensamos una cosa y mañana otra y por eso creo que tengo el derecho a decir una cosa en una canción y otra en la siguiente”, dijo el músico de 32 años.

Respecto a la decisión de colgar el disco online, comentó: “No quería sacar un disco físico porque me parecía un embole, algo fetichista y una nostalgia de tiempos pasados que para algunos fueron mejores, pero para mí no. Antes el disco era algo que se necesitaba sí o sí para comerciar o intercambiar música, pero hoy ya no es tan así”

“Mi idea era sacar un disco abierto, que no tuviera un límite de tiempo. Quería dejar de pensar la obra como en el siglo XX. El disco seguirá hasta que me muera o hasta que me canse. Internet es fascinante, ya que me permite grabar el mismo tema varias veces. A todos nos gusta lo que se sale de la tangente y todos queremos escuchar algo del artista que vengo separado de lo formal, que es el disco. Me dio mucha alegría hacer el disco de esta manera, probando”, agregó.

En diálogo con “Tardes feroces” por Radio ArinfoPlay, López Manfré habló de su relación con la industria tradicional y con los patrones establecidos: “Grabar este disco me permitió mostrar las canciones en un estado crudo. Quería hacerlo íntimo, en casa y con la idea de ir contra los establecido respecto a los estudios de grabación y las normas de la calidad de la música. Los estudios son como quirófanos donde el ascetismo y lo puro es lo importante. Eso es parte de un contexto cultural que dice que eso es mejor que otra cosa”.

“La música es  subjetiva y, en ese marco, no se entienden los métodos estandarizados y validados sobre la cultura respecto a qué es lo bueno y lo malo. No entiendo por qué un micrófono alemán de tres mil dólares es mejor que el que tengo en mi casa. En el arte, la división entre puro e impura es muy loca”, consideró.

Y, además, remarcó: “Estuvo muy bueno grabar en mi casa. Yo quería que se escuche el gato maullando, el colectivo pasando, la esencia de los materiales, etcétera”.

Finalmente, este fanático del folk y también estudiante de antropología dio cuenta del valor que asigna a la música: “Me fascinan las cosas en sus máximos sentidos y la música también me atrae como reflejo cultural de otras cuestiones. La entiendo como elemento de una cultura y como forma de vincularse entre la gente. Es por eso que no me parece loco, por ejemplo, que a la gente le guste la cumbia”.

“Creo que el arte funciona de manera distinta a la economía, que habla de la mesura, de la inversión y del ahorro. Yo creo que, en el arte, el derroche es la base de la riqueza. No hay que guardarse nada, no hay que ser mezquino. Para el alma es mejor quedarte vacío”, señaló desde los micrófonos de Radio ArinfoPlay.

Y concluyó: “El arte es alquimia pura porque de la nada se hace una canción. Tenía estas canciones hace tiempo y decidí no esperar más para sacarlas. Hoy estoy casi sin canciones y me pone contento el desafío de tener miedo a que no aparezca más nada”.


 

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