La tragedia de Barracas, desde adentro

Un integrante de Defensa Civil habla de cómo se vivió el momento del derrumbe en el incendio y las dolorosas horas posteriores

La Ciudad de Buenos Aires se vio conmocionada el pasado jueves cuando nueve efectivos de diversas fuerzas fallecieron a raíz de un derrumbe que ocurrió cuando intentaban apagar un incendio en un depósito del barrio de Barracas.

Dos de las personas que perdieron la vida eran miembros de Defensa Civil, mientras que seis eran bomberos de la Policía Federal y uno era bombero voluntario de La Boca.

“Son días complicados y difíciles de llevar, pero hay que afrontarlos y mirar hacia delante porque no queda otra. Lo sucedido ya está y nada trae a nuestros compañeros de vuelta a la vida. Ahora hay que seguir remando”, dijo apesadumbrado Gustavo Álvarez, personal de Defensa Civil.

En diálogo con “Mirada Ciudadana” por Radio ArinfoPlay, el efectivo contó cómo fue su trabajo el día del incendio: “Llegamos como todos los días y nos llamaron para colaborar en el incendio. En un principio, nos equivocamos y entramos por la calle de atrás, por eso dejamos el camión por otra arteria y no donde fue la tragedia. Eso nos salvó, porque la tragedia podría haber sido peor”.

“Comenzamos a ayudar como lo hacemos siempre. Nos dijeron que fuéramos por detrás, que ahí el fuego estaba peor. En ese momento, comenzaron a avisar por las radios que se podía llegar a caer una pared, pero no tuvimos tiempo de nada: de repente se cayó”, relató.

Luego, añadió: “Nunca vi un incendio en el cual las paredes cayeran hacia afuera. Estaba todo bien, ni había rajaduras. Fue algo totalmente inesperado”.

Álvarez comentó que la función de Defensa Civil es “ayudar y colaborar” con los bomberos y que, a pesar de que protocolos a seguir, las circunstancias de cada hecho hacen que la práctica laboral sea siempre distinta.

“Las catástrofes son siempre distintas. Nunca hay un hecho igual al otro y por eso no tenemos todos los días el mismo trabajo”, sostuvo y recordó que, el día del derrumbe del edificio de Bartolomé Mitre y Libertad fueron los primeros en llegar y en comenzar a evacuar a las personas, por lo que solo se registró una víctima.

Respecto a las horas posteriores a la tragedia, el integrante de Defensa Civil contó: “Lo que uno menos se espera es tener a un compañero como víctima. Es más difícil de afrontar porque lo vemos todos los días y nos toca adentro”

“De esta experiencia no encuentro nada positivo. Solo veo que nosotros, como compañeros, nos hemos unido más y eso  también sucede con otras fuerzas. Por ejemplo, cuando terminamos las labores nos recibieron en el cuartel de bomberos y, aunque generalmente hay distancias entre nosotros, uno de los comisarios nos dijo: “Cuando la sangre queda derramada en el piso, siempre es roja, sin distinciones”. Nos dio a entender que tenemos que estar unidos más que nunca y que debemos limar las asperezas que suele haber entre las distintas fuerzas”, remarcó y agradeció al ministro Guillermo Montenegro por el apoyo que les brindó.

Desde los micrófonos de Radio ArinfoPlay, Álvarez destacó que el cuerpo de Defensa Civil está integrado por “seres humanos que nos rompemos el lomo para ayudar a la gente”.

Asimismo, denunció falencias técnicas en su equipamiento y en los vehículos: “Al velatorio de Domínico nos fuimos con el camión que lleva la pluma, porque no tenemos camionetas ejecutivas. Las Rangers, por ejemplo, no tienen frenos ni cubiertas. Además, nos hicieron firmar un memo por el cual aceptamos que, si chocamos cuando estamos con la sirena encendida, la culpa es nuestra”.

 

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