“La bicicleta es una herramienta fundamental para la libertad”

Néstor Sebastián, Presidente de Asociación de Ciclistas Urbanos, habla del crecimiento del uso de este medio de transporte en la Ciudad de Buenos Aires





Cada día, más y más personas se suman a la movida del ciclismo urbano en la Ciudad de Buenos Aires. Las estaciones públicas y gratuitas de provisión de bicicletas,  la construcción de bicisendas y las campañas de difusión alimentan esta tendencia.

“El transporte público de bicicletas es muy exitoso, aún cuando es algo novedoso para una ciudad del tamaño y las características de Buenos Aires. Al tratar de abarcar mayor superficie y horario, habrá que sofisticar la forma de entrega y hacer automáticas a las estaciones. El Gobierno de la Ciudad ya tiene un proyecto en este sentido y ha dicho que va a continuar con la gratuidad del sistema”, comentó Néstor Sebastián, Presidente de la Asociación de Ciclistas Urbanos (ACU), quien calificó como positiva a esta experiencia.

En ese marco, contó que el Gobierno de la Ciudad confirmó que recientemente se batió un record en el uso de las bicicletas públicas y sostuvo que los porcentajes son “sumamente llamativos, en un buen sentido”.

“El uso de la bicicleta se viene consolidando desde finales de los 90’. La crisis del 2001 también hizo crecer su uso por una cuestión económica, sumada a los avances en la mecánica, como los cambios y las bicis de tipo urbano. Más allá de eso, la realidad es que las políticas públicas actuales la hacen más visible y la infraestructura también”, planteó Sebastián en diálogo con “Urba-NOS” por Radio ArinfoPlay.

Respecto a la construcción de bicisendas o ciclovías y a sus áreas de implementación, señaló: “En este momento, la superficie del asfalto ocupado por ciclovías no llega al 1%. Es verdad que los diseños que se han hecho están copiados sobre las zonas más densas. No se llega al Sur o a los barrios de Villa del Parque o Pueyrredón porque hay un objetivo del Gobierno de la Ciudad de estar donde hay mayor concentración de gente. De todas maneras, los planos de las obras futuras contemplan llegar hasta los bordes de la Ciudad”.

“La ciclovía no puede tener menos de 2 metros y medio de ancho, por lo que es más económico hacerlas de doble mano. La experiencia de ciudades como Ámsterdam y Copenhague dice que, incluso cuando hay una sola mano, los ciclistas transitan en contramano”, añadió.

El titular de ACU también habló del “mito” de que los automovilistas se vean sorprendidos durante su circulación por el paso de los ciclistas en doble mano: “En principio, en todos los cruces donde hay ciclovías, hay un cartel de “pare” y otro que anticipa el doble sentido de circulación. Más allá de eso, hay algo que tiene que ver con la capacitación de los ciudadanos para moverse en el espacio público: todas las esquinas o intersecciones sin semáforo son de doble sentido de circulación porque los peatones pueden venir de ambos lados”.

En ese sentido, Sebastián aclaró: “Cualquier cosa que tiene motor es una moto. Hay una moda de las bici-motos, que son vehículos que está prohibido utilizar en las ciclovías. Generalmente, estas de compran para eludir los requisitos de una moto, con una prestación de velocidad similar a la de esta”.

El especialista brindó algunos consejos respecto a cómo prepararse si uno toma la decisión de adoptar esta forma de transporte en la Ciudad: “El ciclista debe tener una bicicleta que se adapte a sus necesidades y al uso que le va a dar. Por ejemplo, si uno vive en un departamento, debe prever que esta entre en el ascensor, que haya un lugar donde guardarla o, si la va dejar en la calle, comprar una más económica”.

“La bicicleta también debe adaptarse al cuerpo del ciclista y este debe dominar las destrezas básicas. Las luces son fundamentales para circular de noche y también debe haber un timbre para avisar a otros, sobre todo a peatones, de nuestra presencia. Además, es muy importante tener ojos de gato o reflectivos, que son importantes cuando los automovilistas tienen las luces bajas. El uso del casco es fundamental”, remarcó desde los micrófonos de Radio ArinfoPlay.

Finalmente, Sebastián analizó el impacto de las bicicletas en el tránsito porteño y los posibles beneficios que podría tener que nuevas generaciones se sumen a esta tendencia: “No se puede negar la violencia que hay en la actualidad, pero yo creo que es posible bajar la velocidad general, el ímpetu y el riesgo exagerado. Es bueno llevar eso a la comunidad educativa completa: padres, docentes y alumnos. La bicicleta es una herramienta fundamental en el crecimiento y en la libertad de las personas”.

“Lo nuevo siempre trae interrogantes, pero se ha avanzado en la convivencia y siempre es cuestión de llevar soluciones a diversos espacios de la Ciudad”, concluyó.





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