La valiosa labor de la Junta de Estudios Históricos de Barracas

Graciela Puccia, Presidenta de la institución, habla de su actual tarea vinculada a la puesta en valor del archivo histórico y de la actualidad del barrio

La Junta de Estudios Históricos del barrio de Barracas fue fundada por el señor Enrique Puccia, quien también fue presidente de la Junta Central de Estudios Históricos de la Ciudad de Buenos Aires. En homenaje a su labor, todos los 14 de Noviembre, día de su nacimiento, se da una mención al historiador porteño a partir del voto de todas las Juntas a aquella personalidad que, por sus escritos e investigaciones, sea considerada merecedora de la distinción.

La labor de Pucia hoy es continuada por su hija, Graciela, quien habló de cuál la actividad principal que tiene en la actualidad la Junta de Barracas.

“Estamos trabajando en la puesta en valor del archivo histórico Enrique Puccia, que funciona en el edificio de la Asociación Fraga, ubicado en la calle California 1025. Él tenía mucho material bibliográfico, fotográfico y producción de obra y hace más de 15 años que la entidad se dedica a darle forma a todo eso con una tarea archivística muy ardua y rigurosa. El trabajo que hacemos es muy arduo, pero hermoso”, contó Graciela Puccia, quien comentó que, hasta el momento, han clasificado la mitad de los materiales disponibles.

El archivo histórico Enrique Puccia se ha conformado como ONG y, gracias al trabajo de sus colaboradores, ha recibido muchas distinciones y reconocimientos.  Por sus instalaciones suelen pasar visitantes del exterior, historiadores, arquitectos y alumnos de escuelas de la zona.

“Más allá de la información, se trata de entrar en debate sobre las políticas patrimoniales, lo que querríamos tener y la ética de los trabajos. Siempre pensamos hacia afuera: vamos a universidades, escuelas y otros ámbitos para encarar espacios de reflexión. La idea es que el otro pueda conocer sobre la actualidad del barrio”, sostuvo Puccia en diálogo con “Resumiendo punto cuatro” en Radio Arinfo.

A la hora de analizar la actualidad del barrio, planteó: “Barracas hoy tiene una población muy heterogénea y, si los chicos o los nuevos vecinos escuchan a los abuelos, se van a encontrar con el relato de un barrio ideal en el pasado y con una especie de catarsis respecto a la actualidad. Pero el pasado no era tan ideal, ni la actualidad es tan mala. Por eso trabajamos sobre los movimientos sociales, políticos y económicos que generaron cambios en el barrio”.

“Trabajamos sobre la inmigración de ayer y de hoy, sus mitos y realidades. También sobre los “desgarros” de antes, que estaban vinculados con la guerra, y los de hoy, más relacionados a la pobreza y las dictaduras. En el pasado, Barracas albergó luchas sindicales y huelgas de inquilinos. No solo tiramos datos y discursos, sino que llamamos a la reflexión para entender qué nos pasó como sociedad. Todo el material que dejó mi padre sirve como herramienta disparadora”, afirmó la presidenta de la Junta.

Puccia también destacó la articulación que realizan con otras instituciones de la comunidad barrial: “Nos juntamos una vez por mes con otras organizaciones para coordinar soluciones de integración y de continuidad, no asistencialistas, para los jóvenes del barrio”.

“Este un barrio “dormitorio”, donde la gente viene a dormir” o “Golondrina”, porque la gente está de paso. La autopista es una cicatriz, porque divide a Barracas en dos, cuando es uno solo. Hoy parece que son dos zonas distintas”, lamentó desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Y, a la hora de hablar de la implementación del Distrito de Diseño en Barracas, señaló: “A nosotros nos consultaron cuando quisieron convertir el antiguo mercado del Pescado en el Centro Metropolitano de Diseño. Durante un año el personal vino al archivo y tuvimos encuentros que llevaron a consensos y disensos. El barrio ya no es el mismo de antes porque vino mucha gente a trabajar que no conoce la esencia de Barracas y que debe relacionarse con sus actividades. El barrio cambió, pero no para mejor ni para peor”.

Finalmente, Puccia, quien también integra un grupo de teatro comunitario, hizo referencia a los lugares emblemáticos de Barracas: “Está la Estación Sola, a donde entraban los trenes de carga cuando se extendió el ferrocarril del Sur. El barrio de los ingleses, donde vivían los obreros, que lamentablemente se está viniendo abajo a pesar de nuestras solicitudes para preservarlo y otros lugares como el Pasaje Bardi o la estación Hipólito Irigoyen”. 

“El año pasado se vetó un proyecto por el cual se les daban 2 mil pesos anuales a las juntas barriales. Fue un desgarro muy grande, pero seguimos adelante. No nos victimizamos porque nosotros elegimos hacer esto”, concluyó y remarcó lo valioso de su labor.

 
 

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