Qué cambia con la nueva ley de salud mental

La especialista Alicia Stolkiner habla de las novedades que introduce la norma recientemente promulgada





La ley de salud mental fue aprobada en el Congreso de la Nación en el 2010, aunque recién fue promulgada este año. La norma introduce importantes modificaciones en el abordaje del tratamiento  para las personas con padecimientos psíquicos.

Actualmente, el Ministerio de Salud de la Nación ha iniciado una serie de  rondas de consultas para discutir el primer paso de la implementación, que sería el Plan Nacional de Salud Mental, que se lanzaría el 10 de Octubre.

“Hemos pasado del paradigma de la insanía, que considera que la persona no puede desempeñar sus funciones ni ejercer por sí misma sus derechos, a la ley de discapacidad, que parte de la suposición que toda persona tiene capacidades y que, si una de estas está disminuida o necesita algún apoyo, la función de la sociedad es brindarlo para que la persona pueda ejercer sus derechos”, explicó la psicóloga Alicia Stolkiner.

Luego, agregó: “Con la declaración de insanía o discapacidad absoluta anterior, las personas pasaban a no tener poder de decisión sobre su propia vida. En cambio, con las declaraciones de discapacidad actuales, eso no pasa”.

“La ley fue creada para remediar la problemática de unas 20 mil personas que se encuentran internadas por tiempos prolongadísimos en instituciones psiquiátricas, como lo denunció el Cels a través de un documento en el año 2007”, afirmó Stolkiner en diálogo con “Margen de agenda” por Radio Arinfo.

La especialista también dio cuenta de otra de las modificaciones sustanciales que introduce la actual norma: “En primer término, no utiliza el término ‘enfermedad mental’, sino que habla de ‘padecimiento psíquico’. Además, cambia las condiciones de internación: se puede internar a alguien involuntariamente pero, de hacerlo, se debe hacer porque el equipo interdisciplinario que lo evalúa supone que hay riesgo cierto e inminente. Antes, se la internaba involuntariamente porque se suponía peligrosidad para sí mismo o para terceros, que es un viejo estigma de la locura. En ese marco, un juez ya no puede ordenar una internación, sino que debe garantizar los derechos de la persona durante el proceso”.

“La norma sienta la posibilidad de que el diagnóstico y la decisión de internación o alta sea tomada por un equipo interdisciplinario, con al menos un psicólogo o psiquiatra, y eso produjo mucho revuelo entre las corporaciones psiquiátricas”, contó la psicóloga, quien precisó que estos equipos de salud estarán compuesto por terapistas ocupacionales, musicoterapuetas, trabajadores sociales, médicos generalistas y enfermeras.

La norma también contempla que, si una persona es internada involuntariamente, tiene derecho a tener un abogado.

“En casi todos los países desarrollados se han implementado leyes limitando la internación prolongada y promoviendo la atención ambulatoria y en contexto comunitario de las personas con sufrimiento psíquico. Siempre se toma como modelo a Italia, cuya reforma funcionó como un hito de cierre de las instituciones manicomiales”, señaló Stolkiner.

En este sentido, remarcó: “La  internación es pensada como un proceso que restringe la libertad de las personas. Aún así, se trata de una medida terapéutica que puede ser necesaria, por eso se trata de que sea lo más breve posible a los fines de recuperar la capacidad de la persona de vivir en comunidad. Para eso se necesita de  una serie de dispositivos de asistencia que reemplacen la internación como hospitales de día, sistemas de acompañamiento terapéutico, internaciones domiciliarias”.

“La ley establece una serie de nuevas instituciones que se van a crear para la articulación intersectorial. Hay que pensar en la inserción laboral de estas personas, dentro de sus capacidades”, añadió.

En declaraciones a Radio Arinfo, la especialista explicó el sistema de salud argentino es federal, por lo que cada provincia deberá hacer su propio desarrollo en la implementación de la nueva ley de salud mental.

“Esta no es una ley solo para las instituciones que dependen del estado, sino que también comprende al sector de obras sociales y al ámbito privado. Estamos hablando de una transformación importante porque, según la reglamentación, para el año 2020 ya no debe haber hospitales monovalentes, es decir, de internación exclusivamente psiquiátrica”, aclaró.

En el nuevo marco, las adicciones se colocan dentro del campo de la salud mental y se las retira de la esfera del ministerio del Interior. De esta manera, las instituciones destinadas a su atención también deberán ser reformadas de acuerdo a esta ley.

“Hoy los hospitales generales no están preparados para la tención de la salud mental, ese es un trabajo que van a tener que realizar”, concluyó.

 


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