La importancia de establecer límites en la niñez y la adolescencia

Consejos sobre cómo establecer pautas de comportamiento en un marco familiar caracterizado por el respeto y la comunicación  



Los límites en la infancia son pautas que atraviesan distintos aspectos de la vida cotidiana como el sueño, la alimentación y, en la adolescencia, las salidas y las amistades.

Este rol de autoridad puede generar algún resquemor y culpa en los adultos encargados de hacer cumplir las reglas y, en ese marco, la Psiquiatra  Marisa Gandsas explicó: “Hay que entender que a los chicos los límites los ayudan, los tranquilizan y los organizan”.

“Uno llega a su casa tarde y cansado y por eso tiende a ser más elástico, pero ahí se produce un desfasaje. Hay que terminar con la culpa”, sostuvo la profesional en diálogo con el programa “Mamás con aire de radio” en Radio Arinfo.

A la hora de manejar los límites con niños de distintas edades, Gandsas precisó: “A partir de los 9 meses los chicos comienzan a entender el concepto de “No”. Si un bebé llora cuando le marcamos algo, quiere decir que lo entendió y que lo internalizó. A los dos años, comienzan los berrinches y allí tenemos que tener toda la artillería preparada para poner los límites”

“Las generaciones anteriores como las de nuestros abuelos eran más autoritarias, pero después pasamos a una etapa distinta. Hoy en día se ha instalado mucho el diálogo: se pregunta mucho a los chicos y se conversan los límites. Yo creo que eso está muy bien a una determinada edad, pero en los chicos de dos o tres años hay cosas que no se pueden dialogar porque son muy concretas”, señaló.

La especialista remarcó la importancia de que ambos progenitores estén de acuerdo y “hagan un bloque común” a la hora de establecer las pautas y reglas que se imponen a los niños.

“Está bueno que los chicos tengan modelos distintos, pero en situaciones de límites los padres deben estar de acuerdo”, aseveró desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Finalmente, la psiquiatra hizo referencia a una edad delicada como es la adolescencia: “Es una etapa difícil para los padres porque los chicos se oponen a lo que venía pasando y a las costumbres, pero es un proceso natural”.

“Hay que poner límites claros en materia de salidas, horarios o con quiénes se juntan. Hay cuestiones básicas que por seguridad los padres debemos saber. A veces los chicos se rehúsan, pero se si charla lo aceptan bien”, planteó.

Finalmente, destacó: “Lo fundamental es siempre la comunicación y uno debe aprender a negociar, sin alejarse de los valores básicos. Hay que ser claros con los adolescentes, porque eso es algo que valoran mucho”.






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