María Esther Sánchez: “Con mucho gusto iría al Cantando por un sueño”

La locutora, inolvidable compañera de Juan Alberto Badía en radio, repasa su carrera y su amor por el mundo del espectáculo




 

Cada vez son menos aquellos personajes que llegan a los grandes medios por su talento, trabajo y dedicación. Los escándalos hoy suelen ser la vía más rápida para llegar al estrellato. Sin embargo, María Esther Sánchez pertenece a esa vieja escuela, a esa camada de comunicadores que apelaron al estudio y la humildad para lograr sus objetivos.
 
Con una tranquila infancia en Chacabuco, Sánchez creía que su destino en la vida era la docencia. “Primero fui a la escuela pública y luego me cambié al Colegio de hermanas, donde terminé el secundario. En ese momento, ni soñaba con ser locutora, pensaba que iba a ser maestra superior”, recordó.
 
Asimismo, confió al programa “Chacabuco emprende” de Radio Frecuencia Emprender: “En realidad, yo quería ser actriz y cantante, pero mis padres eran de otra época y tenían una manera de pensar por la que nunca iban a permitir eso para mí”
 
Por esa razón, su vida profesional fue virando hacia otros espacios que, sin saber, se convertirían en su vocación. “Yo tengo un don, porque nunca nadie me enseñó, siempre tuve esta voz por naturaleza y tenía una dicción perfecta porque jugaba a la maestra y leía en voz alta. Mis alumnos eran los pollos, las gallinas y los amiguitos del barrio”, contó con humor.
 
A pesar de que desde los 14 años trabajaba cuidando chicos o atendiendo la mercería del pueblo, Sánchez recién encontró su destino cuando, al finalizar el secundario, su padre le dijo que estaban buscando una locutora para grabar la publicidad de una tienda de Chacabuco.
 
“Fue por eso que empecé a practicar en el fondo de mi casa leyendo el diario Chacabuco, me presenté para la publicidad y entré en la radio. Eso fue algo fascinante porque era la época donde había discos, grabadores a cintas y el operador tal vez se demoraba, entonces yo tenía que hacer de disc jockey. Siempre me fascinó la música, la producción, las palabras”, señaló.
 
La locutora también rememoró un momento clave de su vida: el primer encuentro con Juan Alberto Badía. “En una de las fiestas nacionales del maíz, que se hacen en Chacabuco, lo contrataron a él para ser el conductor de la fiesta y yo fui como locutora para asistirlo en el escenario. Mi mamá que era modista me hizo un vestido impresionante. Fue un click que produjo un cambio maravilloso”, comentó.
 
“Allí nos conocimos, me dijo que tenía muchas condiciones y me preguntó si no había pensado en estudiar. Allí hicimos una reunión familiar para decidir qué iba a hacer, pero él fue una gran ayuda y un gran apoyo para que me viniese a estudiar a Buenos Aires”, destacó.
 
Sánchez llegó a la gran Ciudad e, inmediatamente, se puso a buscar trabajo ya que sus padres no podían costear su estadia. Al mismo tiempo, continuaba su preparación en cultura e idiomas para hacer los ingresos al Iser y al Cosal. Finalmente, consiguió entrar a los dos, anquen optó pro el primer establecimiento, donde hasta el día de hoy continúa como docente.
 
“Yo tuve una ética que aprendí de mis padres. Yo sabía donde estaba Juan Alberto, pero esperé a recibirme para llamarlo. A él un día lo contratan en Rivadavia para un programa que se llamó “Piedra libre” y él me pidió a mí como su locutora”, resaltó orgullosa la locutora que, durante su carrera, grabó numerosos comerciales y trabajó con grandes del espectáculo como Héctor Larrea, Juan Carlos Mareco, Juan Alberto Mateyko, Andrés Percivalle y Canela. Hizo comerciales.
 
Luego, recordó: “Yo tenía un hobbie y coleccionaba todo lo relacionado al espectáculo: el cine, el teatro, la música. Entonces, un día, Juan Alberto me propuso hacer comentarios del espectáculo y empecé a ser “María, la pantera del espectáculo” y me ponían la cortina de “La pantera rosa””
 
“Eso me permitió ir a todos los espectáculos de rock y estar en la trastienda de todos los shows. Allí me hice muy amiga de Piero y comencé a hacer las locuciones de su Fundación solidaria. Ese es un tesoro maravilloso que yo llevo adentro”, recalcó.
 
Entre recuerdos, como el día en que conoció a Joan Manuel Serrat y no podía hablarle de la emoción o sus estudios de comedia musical con Pepe Cibrian, Sánchez expresó su amor por la música y el canto, el cual comenzó en su Chacabuco natal, con un grupo de folklore.
 
“Con mucho gusto iría a cantando por un sueño. Me lo crucé a Marcelo Tinelli en una oportunidad y se lo dije”, admitió.
 
Luego, la locutora profundizó sobre sus sentimientos y su relación profesional con Juan Alberto Badía. “Los dos hombres que marcaron mi profesión fueron mi padre y Juan Alberto. El primero porque me trajo ese primer trabajo y Juan Alberto por decirme que yo estaba para más y que fuera a estudiar a Buenos Aires”
 
“Hay muchas personas que son talentosas, pero como personas no son gran cosa. Juan Alberto reunía el gran talento, la visión, tenía una gran cabeza para generar ideas, un gran respeto por el otro y lo motivaba para que sacar lo mejor de sí, tenía una falta total de egoísmo. Por eso siempre salieron cosas buenas, porque se rodeó de buena gente”, aseguró Sánchez en el aire de Frecuencia Emprender.
 
Finalmente, habló sobre su forma de ser en su trabajo y sobre sus deseos a futuro:  “Cuando se enciende el micrófono yo me transformo, hay algo que corre dentro mío y no importa si estoy con la señora del kiosco de la esquina o con un presidente. Pongo mi alma, mi sinceridad y lo que yo sé hacer. No pretendo ser ni más ni menos que nadie, incluso con mis fallas, porque soy humana”
 
“Quiero hacer mi programa de buenas noticias. Hay muchas personas que quieren dar y hacer y no saben donde.”, sostuvo.
 
Finalmente en relación a Chacabuco, aseguró: “Aunque no vaya, mi ciudad está siempre adentro de mi corazón”.
 




Escuchá "Chacabuco emprende" los lunes de 17 a 18 hs. por www.frecuenciaemprender.com.ar


 
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