Fernanda Gil Lozano: “Es necesario democratizar a la familia”

En el Día de la Mujer, la dirigente de la Coalición Cívica, resalta la necesidad de cambiar los roles que la sociedad asigna a hombres y mujeres 





Fernanda Gil Lozano es reconocida por su lucha en pos de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Tanto desde su posición como Diputada como hoy desde afuera del parlamento, la dirigente de Coalición mantiene firme su lucha en pos de concientizar sobre la importancia de la perspectiva de género en el análisis de la realidad.

“A través de mi trabajo y de talleres que fui tomando, fui llegando a definiciones que plantean a la violencia como una enfermedad, como un circuito, una manera de comunicar y de estar en el mundo. Es una enfermedad que, además, tiene la particularidad de ser contagiosa, porque si en una familia existen los circuitos de violencia, los niños que se forman en esos ámbitos tienen dos tipos de identificación: con la persona que expresa su ira y su violencia o con la víctima.  A esas criaturas que a veces simplemente ven, sin ser víctimas, se les esculpe un destino de relaciones espantoso”, explicó Gil Lozano en diálogo con el programa “3.0 Comunas” de Radio Arinfo.

En ese sentido, la ex Diputada sostuvo que, ante la violencia, se suele reaccionar cuando la situación ya es obvia.  “Hasta que eso pasó, sucedieron muchas cosas que uno no registró y que fue naturalizando. Es un aspecto muy peligroso de la violencia porque siempre se trata de minimizar, de no ver, de perdonar, de justificar, pero las cosas pasan y no existe una salida mágica”, planteó.

“Es difícil dimensionar que hay un violento que hasta puede matara a la otra persona. Además, existe una especie de Síndrome de Estocolmo por parte del otro lado que no le permite salir de la situación. Y, si sale, está temerosa y vuelve, porque el victimario le dice que va a cambiar y que todo va a ser distinto, pero eso sin ayuda o sin alguien que trabaje sobre la violencia y el control de la ira, es muy difícil”, afirmó Gil Lozano, quien destacó que existen lugares de atención para las víctimas de violencia tanto en Capital como en las Provincias, así también como ONG’s  “que están trabajando con mucha profundidad y seriedad, sabiendo que no es un tema sencillo”.

La dirigente de la Coalición Cívica también hizo un llamado a la sensibilización de la justicia en estas cuestiones: “El circuito de la violencia no se rompe con decisiones legales. Muchas veces la justicia actúa sin el timming del tiempo interno de las personas, a quienes hay que contenerla, cuidarla y trabajar junto a ellas”.

“Hay que trabajar la cultura de la paz. Una cultura que esté tratando de afianzar un modelo alternativo al de la violencia debería trabajar en la educación, con pautas de conducta que hagan a la calidad de vida”, propuso.

La ex Diputada también hizo referencia a las políticas que impulsan desde la Coalición Cívica: “Nosotros planteamos agenda de género a largo plazo porque para nosotros la inseguridad no solo es el crimen organizado, el narcotráfico y la trata, sino que también pensamos que seguridad ciudadana es llegar con el sueldo a fin de mes, dándole a la mujer una situación de igualdad con ingresos propios”..

A partir de esto, profundizó en los roles estereotipados que se le asignan a la mujer en la sociedad y en su figura asociada a las acciones del cuidado.

“Las mujeres trabajan 24 horas para los demás. Entonces, las primeras que tienen que tomar conciencia respecto a eso son las personas que están en esta situación para, a partir de eso, democratizar la familia. Este concepto del hombre proveedor y una mujer objetivada es disfuncional, trae enfermedad y es una imagen tramposa y mentirosa. A los hombres les ha hecho perder la historia de los afectos y a las mujeres nos ha sometido. Es hora de, entre todos y todas, comenzar a plantear una democracia”, remarcó.

Asimismo, la historiadora ahondó: “Lo que ha caracterizado a la modernidad ha sido el gran encierro para las mujeres. Todo lo que implicó para los varones ir hacia el concepto de ciudadanía, para las mujeres significó encierro. Matrimonio, prostíbulos y conventos son producto directo del estado moderno, lugares en los que se ha promovido el encierro”

“Además, esta idea de la familia nuclear, donde el hombre trabaja afuera y la mujer se queda en casa, es funcional al sistema capitalista, que necesitaba explotar a los obreros y que estos, a su vez, fueran vestidos y alimentados en sus hogares. Las mujeres fueron sometidas a una doble explotación y también al aislamiento porque, desde lo social, las mujeres que salen y conversan entre ellas, están mal vistas”, recalcó en declaraciones a Radio Arinfo, a la vez que instó a las mujeres a empoderarse a través del encuentro y de la posibilidad de compartir experiencias.

Finalmente, calificó a la trata con fines de explotación sexual como “la cara más aberrante de la violencia de género”.

“Se sostiene en la idea de la cosificación y de la esclavitud. Se trafica gente como si fuera una mercancía. En las situaciones de crisis, las mujeres tienen el recurso de la prostitución y esto no es un trabajo, es producto del hambre y del desamparo de los estados. Que una mujer pobre se prostituya parece parte de un destino”, aseguró.

Y, concluyó: “La trata es la complejización de algo que antes se ocuparon de promoverlo como si fuera normal al decir que la prostitución “es el oficio más antiguo del mundo” o que “prostitutas hubo siempre”. La trata es un delito que no se ve como tal”



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