“Las vacaciones son un momento propicio para entrenar el juego”

La directora teatral Martina White brinda consejos a los padres sobre cómo redescubrir el placer de lo lúdico para vincularse mejor con los chicos

 

Las vacaciones suelen plantear un desafío para los padres en relación a las actividades de los más chicos. Las colonias pueden ser una opción pero, otras veces, los niños deben quedarse en sus hogares y allí es el momento en que se debe agudizar la creatividad para que estos no padezcan el aburrimiento.

 

“Las vacaciones pueden llegar a ser un semillero de pasiones, dado el tiempo libre de las presiones escolares y la rutina del año. Hay un tiempo para el ocio, los chicos no tiene la agenda completa y, como padres, está bueno alejarlos lo más posible de la caja boba, es decir, de la televisión”, sostuvo la directora teatral Martina White.

 

En diálogo con el programa “Mamás con aire de radio” en Radio Arinfo, la actriz y docente planteó: “A veces encontramos a los chicos haciendo nada y solo deambulando para la casa. Ese es un momento propicio para entrenar el juego y para darle un espacio a eso que, por la dinámica durante el año, se vuelve difícil”.

 

En relación a las opciones que se ofrecen a los padres, precisó: “Podemos anotarlos en las colonias. Hay algunas que están más orientadas a los deportes o al aire libre y hay otras que son artísticas, que apuntan a que los chicos puedan apropiarse de nociones básicas de la actividad artística, con el juego como disparador. Eso les permite estimularse y desarrollar su creatividad”

 

“Durante el año, los padres anotamos a los chicos en actividades artísticas más de tipo tradicionales como guitarra o dibujo para los nenes y danza para las nenas. El teatro siempre queda medio relegado y podemos aprovechar las vacaciones para hacer algo diferente”, destacó White.

 

La docente invitó a los padres a animarse a experimentar encuentros caseros de teatro junto a sus hijos. “Probando diferentes conexiones y roles, dejan de ser padres e hijos. La relación  se deconstruye y aparecen el heladero y el espía, la abuela y el panadero. Nacen un sinfín de personajes y de acontecimientos irrepetibles que son parte del teatro”, señaló.

 

Asimismo, agregó: “Hacer teatro es estimular e incrementar la imaginación. Desde algo tan abstracto como un gesto o un sonido, se crea un vínculo con uno mismo y con el otro”

 

“Yo creo que el teatro es la más desinteresada de la artes porque no tiene otro fin más que lo efímero del acontecer y del ahora. Ese momento, aún si es efímero, es inolvidable porque es libre”, consideró White en diálogo con Radio Arinfo.

 

Finalmente, la docente reclacó la importancia de recuperar la veta lúdica en la adultez: “Los padres debemos reaprender a jugar, que es algo que olvidamos por la rutina diaria. Creo que a través del teatro podemos hacer eso y también logramos desinhibirnos ya que no hay mayor objetivo que dejarnos llevar”

 

“Haciendo teatro, el cuerpo se transforma, se reinventa y permite otro tipo de acercamiento con los hijos. Nos vemos, nos escuchamos y nos sentimos, pero desde otro lado”, concluyó.




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