Cómo viven los argentinos que estudian en el exterior

Dos jóvenes cuentan cómo es formarse en universidades de renombre internacional, pero lejos de su país y afectos

Decidir dejar la Argentina para aventurarse en el exterior siempre es un desafío difícil de aceptar. Sin embargo, año a año, son miles de argentinos los que eligen perfeccionarse profesionalmente en las entidades educativas más prestigiosas del mundo. 

“Yo creo que hay tres grandes motivos por los que uno decide irse. El primero, es estudiar algo interesante que se ofrece afuera y que tal vez aquí no tiene disponibilidad. El Segundo, es el título y el prestigio que brindan nuevas oportunidades profesionales y, finalmente, la experiencia en sí, que es fantástica.”, explicó Nicolás Grosman, quien hoy estudia La Maestría en Administración Pública y Desarrollo Internacional en la Universidad de Harvard en Estados Unidos. 

Sofía Cirmi Obón, quien estudia la Licenciatura en Historia en la Universidad de Salamanca, recordó cómo tomó la decisión de formarse a miles de kilómetros de su hogar: “Toda la vida me gustó la historia, sobre todo la Edad Media. Cuando terminé la carrera de Profesora acá y viajé a España como turista, se me ocurrió que podía consultar algunas materias de historia Medieval a ver si me gustaba y así se me ocurrió ir a Salamanca” 

En diálogo con el programa “No va más” de Radio Arinfo, la estudiante habló sobre cómo son los procesos de adaptación a un nuevo entorno: “En España no es difícil porque hay una idiosincrasia muy similar. Además, Salamanca es una ciudad de estudiantes, que se brinda a ellos.” 

“Estar allá te cambia mucho la perspectiva porque acá una está con su familia, sus amigos y su trabajo, pero en Salamanca la gente vive en una burbuja: las carreras no están plateadas para trabajar en forma paralela, por lo que no se plantean hacerlo hasta que no terminan la carrera”, distinguió Cirmi Obón, quien también explicó que el costo de vida, para un estudiante, es mucho menor que en Argentina. 

Grosman, por su parte, reflexionó respecto a la experiencia educativa en Harvard: “Es muy diferente. Hay muchas herramientas que el profesor tiene para interactuar con los alumnos, que son fantásticas. Primero, la tecnología: todas las aulas tienen varios pizarrones, proyectores, pantallas y dispositivos para hacer votaciones en vivo. Pero lo más importante es la cuestión cultural de la educación como algo bilateral: los alumnos aprenden del profesor y viceversa.  Si el alumno critica a un profesor, este tiene que cambiar” 

“Hay canales de comunicación que fluyen todo el tiempo donde constantemente se revisan los procedimientos y se aprende de eso, esa es una gran diferencia”, aseguró. 

El estudiante marcó las diferencias en las metodologías y en cómo se distribuye la carga durante el semestre: “Acá todos estamos acostumbrados a los parciales y finales, pero allá todas las semanas hay ejercicios. Entonces, cuando llega la evaluación, es mucho más liviano” 

En España, los modos de evaluación también son diferentes. “Acá hay muchos orales, pero allá los exámenes son todos escritos, más memorísticos. Todo es más rígido y más enciclopedístico”, recalcó la estudiante de Historia. 

Al ser consultada respecto a si la carrera le permite tener una vida social, Cirmi Obón, comentó: “Salamanca es muy conocida por sus fiestas. Está lleno de chicos que se van de su pueblo chico a una gran ciudad, donde están sin padres y con barra libre todas las noches. Se puede compaginar tranquilamente el estudio con el disfrute”. 

Ambos estudiantes también hablaron sobre la nostalgia. “Ni bien llegás, hay una predisposición a descubrir lo nuevo y eso es fascinante pero después te vas dando cuenta que extrañás ciertas cosas. Por eso necesito volver para ver a mi familia, mis amigos, la carne, el fútbol, etcétera”, dijo Grosman. 

“Yo extraño los afectos, por eso decido juntarme con latinos allá”, añadió la estudiante. 

Desde los estudios de Radio Arinfo, los dos argentinos recalcaron la importancia de buscar información antes de emprender el viaje y de relacionarse con personas que ya hayan pasado por esa experiencia. 

“Hay que animarse a hacer las cosas y a tomar riesgos”, sostuvo el alumno de Harvard, mientras que la estudiante de Salamanca concluyó: “A veces los argentinos pensamos que somos los mejores y está bueno salir y darnos una cura de humildad”



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